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El ansiado viaje: parte final
Fecha: 04/07/2020, Categorías: Gays Autor: Dante45, Fuente: CuentoRelatos
Cuando llegamos a la nueva habitación vimos que esta era mucho mejor que en la que habíamos estado las noches anteriores, especialmente el baño y la ducha; ubicamos nuestras cosas y decidimos “descansar” un rato antes de salir de nuevo, pero el solo estar solos despertaba nuestro deseo sexual, nos recostamos a ver televisión, aunque rápidamente me pose sobre el para besarlo y tocarlo, el me correspondió sonriendo pícaramente entre besos mientras me decía: no me canso de besarlo. inicialmente habíamos pretendido no tener más sexo sino hasta la noche, primero porque Sebastián aún estaba un poco adolorido y segundo porque simplemente nuestros testículos estaban vacíos, cada vez que eyaculábamos era una cantidad menor a la anterior, habían sido más de 4 venidas en maso menos 40 horas, ni siquiera dos días que ya nos pasaban factura; aun así los besos y toqueteos subieron la temperatura hasta un punto de no retorno, era inevitable tener su grueso pene en la mano y no chuparlo, me encantaba mamar su verga, era tan gruesa y deliciosa, provocarle placer a Sebastián me prendía aún más cuando veía sus gestos de placer y como mordía su labio involuntariamente, tratamos de detenernos para cumplir la promesa, pero con solo mirarnos sabíamos que ya no había nada que hacer, con mi boca hice que Sebastián liberara el poco semen que su cuerpo había logrado producir desde la noche anterior y aunque fuera poco, su orgasmo se reducía en intensidad, su cara, sus gemidos y la forma en que su ...
... cuerpo temblaba me lo hacían saber, lo trague y ahora era mi turno de eyacular, tomo mi pene y se lo metió en la boca de manera suave, pero fue aumentando el ritmo de forma gradual, chupaba la cabeza mientras me masturbaba , esa combinación era sumamente deliciosa y así se mantuvo un buen rato, el estar literalmente seco hacia que pudiera disfrutar aún más su oral sin venirme, por lo que se prolongó por un largo rato mi placer, a causa de esto Sebastián me masturbaba cada vez más y más rápido, su mano llegaba cansarse y rápidamente la cambiaba para no cortar mi placer, su boca dejó de ocuparse de mi pene para lamer mis testículos, esa combinación mortal me hizo acabar por fin, las pocas gotas que salieron de mí no representaban para nada el colosal orgasmo que tuve. Tras incumplir la promesa de abstinencia que habíamos hecho, nos duchamos juntos, enjabonando uno al otro, acompañado de besos de toda clase, hacer esto era cada vez era más placentero para mí, para ambos, él me decía cada rato que le encantaba besarme. Continuamos con nuestra intención de hacer turismo, mientras nuestros cuerpos descansaban y hablábamos de muchas cosas, ya que nuestra conexión no era meramente sexual, también era una amistad que se hacía cada vez más fuerte y abierta se fortalecía mediante los secretos que sabíamos uno del otro y obviamente de las increíbles sesiones de sexo que habíamos tenido hasta ahora. En la noche, cuando estábamos de caminando de regreso al hotel, Sebastián vio un bar ...