1. Me cepillé a mi tía


    Fecha: 05/07/2020, Categorías: Anal Autor: katherin, Fuente: CuentoRelatos

    ... lengua esparciendo la saliva con su mano a lo largo y ancho del agradecido pene. Ahora era yo el que se mostraba plenamente satisfecho ante la maestría que me demostraba mi tía. Pocas veces me habían tratado de aquel modo, pocas mujeres sabían acariciar de manera tan exquisita….
    
    Su mano izquierda entretanto tocaba mis cargadas pelotas, arañándolas ligeramente con las uñas justo antes del agujero de mi ano. Pasó sus dedos levemente por encima del oscuro agujero haciéndome suspirar de placer. Mi polla se enderezó hasta límites desconocidos gracias a la caricia que me prodigaba en la entrada del recto. Sabía por experiencia que aquella zona me proporcionaba un gran placer cuando me la tocaban. ¿Acaso tendría tendencias homosexuales?
    
    Estuvo lamiendo mi excitado miembro una y otra vez sin parar hasta dejarlo bien húmedo y duro. Sujeté con fuerza su cabeza mientras me retorcía disfrutando con las caricias que me ofrecía. Recorrió con la punta de la lengua la totalidad de mi mástil subiendo desde la base hasta el borde del rosado capullo. Se entretuvo lamiendo la punta de la polla insistiendo en el agujero del centro. Mi tía mantuvo la lengua sobre él, pero sin decidirse a hacerse todavía con la palpitante cabeza.
    
    —¡No seas malvada, cómetela vamos! Olga, cómemela de una vez. No me hagas sufrir más.
    
    Recorrió con su lengua el borde de mi capullo, rodeándolo una y otra vez. Olga levantó los ojos cruzándolos con los míos. ¡Me encantaba la cara de viciosa que mostraba! ...
    ... Finalmente metió todo el capullo en el interior de su caliente boca manteniéndolo unos segundos dentro de ella. Gemí como un loco sintiendo el contacto de su lengua sobre mi rígido instrumento. Bajó rápidamente introduciendo en su boca centímetros y centímetros de mi complacida polla sin ahogarse. La mantuvo unos segundos como si la estuviera disfrutando, sintiéndola vibrar.
    
    De pronto empezó a moverse a gran velocidad, deslizándose arriba y abajo por mi polla como si me estuviera follando. Paró unos instantes evitando que eyaculara con aquel tremendo tratamiento. Me masturbó con la mano al mismo tiempo que notaba el contacto de sus labios y su lengua sobre mi alterado pene. No iba a tardar mucho en correrme así que le avisé que estaba a punto de eyacular.
    
    Mi terrible erección se presentaba furiosa en su mano derecha al mismo tiempo que mis pelotas algo tensas en la izquierda. Mi tía volvió a engullir mi duro e hinchado instrumento acariciándolo cada vez a mayor ritmo, mientras friccionaba su coño salvajemente con sus dedos. La polla en sus fauces lograba ahogar sus gemidos.
    
    Pude ver como su boca se llenaba aún más mientras Olga extraía el horrible miembro de su boca empezando a masturbarlo de manera salvaje viéndolo dilatarse a punto de explotar.
    
    —Así, así Olga, estoy a punto de correrme. No aguanto más. ¡Dios, qué bueno es esto!
    
    —Vamos Miguel, córrete vamos. Quiero tu leche, lléname con ella la cara y la boca.
    
    Mi tía abrió los ojos observando mi pene como si ...
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