1. Me cepillé a mi tía


    Fecha: 05/07/2020, Categorías: Anal Autor: katherin, Fuente: CuentoRelatos

    ... esperase el tan ansiado disparo. Estallé en un fulminante orgasmo gritando como un loco mientras eyaculaba todo el semen almacenado en mis testículos. Escupí varios borbotones de leche llenando su bello rostro de semen. Incluso uno de ellos llegó hasta su cabello, es asombrosa la cantidad de leche que expulsamos y lo lejos que llega a proyectarse. Olga cerró con fuerza los ojos en cuanto notó el primer brote de semen.
    
    —¡Joder, sobrinito, menuda corrida! —escuché que decía mientras la veía esparcir el semen sobre sus bonitos pechos. Sus ojos brillaban mostrando la satisfacción que sentía en esos momentos.
    
    —Gracias Olga, gracias. Ninguna mujer me la había chupado como tú lo has hecho.
    
    —¡Oh, cállate mentiroso! La de veces que te habrás corrido con tus amigas. Pero ahora quiero que me folles. ¿Crees que aguantarás otro asalto? —me guiñó un ojo como si me estuviera retando con sus palabras.
    
    —Déjame descansar unos minutos para que pueda recuperarme, por favor. Tengo ganas de follarte ese culito que tienes. ¿Me dejarás hacerlo?
    
    —¡Eres un traviesillo! No imaginé tener un sobrino tan travieso. Hoy dejaré que me folles el coño, el culo te lo reservo para otra ocasión. De momento deberás conformarte con eso —exclamó con una sonrisa de oreja a oreja— Bien, voy a ducharme, espérame en el dormitorio. Te dejo descansar diez minutos para que repongas fuerzas, enseguida estoy contigo.
    
    Mi tía volvió a abrocharse la bata escondiendo sus estupendas curvas con las que había ...
    ... gozado apenas unos segundos antes. Olga desapareció de mi vista camino del baño dejándome solo en la cocina. Me dirigí a la alcoba de mi tía mientras escuchaba como el agua empezaba a correr en el baño. Entré al dormitorio de Olga y no tardé nada en tumbarme en la amplia cama de matrimonio. Pensé que sería morboso follarme a mi tía en su cama de matrimonio. Aquella mujer tan falta de sexo me volvía loco y estaba dispuesto a hacerla gozar todo el tiempo que ella me permitiera.
    
    Acaricié mi polla con mis largos dedos y pude comprobar cómo se mantenía dura pese a mi reciente eyaculación. Aquella era una fantástica señal pues demostraba que mi excitación se mantenía en su máximo apogeo. No había necesidad de recuperarme lo cual lo íbamos a agradecer ambos. Estuve masturbándome unos segundos imaginándome follando el apetecible culo de mi tía. Mi mente no había abandonado aquella excitante idea.
    
    Escuché cerrarse el agua de la ducha y Olga no tardó ni dos minutos en unirse a mí. Apareció en el amplio dormitorio cubierta tan solo con un bonito conjunto de braguita y sujetador de color blanco. Me quedé contemplándola como embobado recorriendo su cuerpo de arriba abajo.
    
    —Olga, vamos acércate para que te vea mejor —susurré mientras humedecía mis labios con la lengua.
    
    —¿Te gusta lo que ves? —contestó levantando la sábana y uniéndose a mí.
    
    —Me encanta, eres una mujer realmente espectacular. Pienso hacerte disfrutar todas las veces que lo desees.
    
    Nos besamos con pasión al ...
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