1. Matilda, guerrero del espacio (capitulo 31)


    Fecha: 09/07/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... y soldados heridos. El emperador estaba fuera de si, ahora, en lugar de hacer frente a una única zona de combates, tenía otros diez frentes diseminados por todo el planeta.
    
    Las tropas del general Kulaa avanzaban a buen ritmo, a pesar de que ya se empezaba a combatir casa por casa. A las diez horas, tropas de refresco comenzaron a reemplazar a las agotadas fuerzas que hasta ahora habían integrado las vanguardias. Matilda, a bordo de un transbordador preparado como Centro de Mando Avanzado, visitaba constantemente todo el frente de combate en contacto permanente con el CGM.
    
    En la orbita, la tranquilidad era total. En el Centro de Mando del Atami, ahora había mapas del planeta donde se reflejaba el avance de las tropas federales. Sentada en un taburete alto, la Princesa Súm lo miraba todo con ojos cansados. Estaba agotada, las últimas veinticuatro horas habían sido extremadamente intensas, y ahora, en la calma del Centro de Mando estaba de bajón. Ramírez hacia un rato largo que había llegado. Su regimiento, al igual que el de la Tharsis, tenía encomendado una misión importante, pero todavía no era el momento. Como la conocía como si la hubiera parido, sabía que estaría haciendo, justo lo que estaba haciendo, en lugar de irse a descansar. Desde un rincón, a su espalda, la veía dar cabezadas y resistirse. Se aproximó a ella y la abrazó por detrás.
    
    —En una de esas cabezadas, te vas a ir de cabeza al suelo y vas a dar una vuelta de campana, —susurro en oído después ...
    ... de besarla la oreja.
    
    —No puedo ir…
    
    —Si puedes. Si pasa algo importante te avisaran, —la cogió en brazos, la levantó y salio de la sala de operaciones, mientras su asistente cogía sus cosas y los seguían. Para cuando llegaron al camarote, la Princesa estaba profundamente dormida en sus brazos. La asistente dejó las cosas de la Princesa sobre la mesa, abrió la cama y salio de camarote dejándolos solos. Ramírez se sentó en un sillón con ella en brazos y durante varias horas la contempló dormir. Veló su sueño hasta que finalmente la Princesa abrió los ojos.
    
    —Otra vez tus maravillosos ojos azules, —susurro besándola en la frente y provocando su sonrisa.
    
    —¿Cuánto tiempo he dormido?
    
    — Más de tres horas.
    
    —¡Joder tío! Debes estar entumecido. ¿Por qué no me has llevado a la cama?
    
    —¿A la cama? Muy buena idea, —se levantó del sillón con ella en brazos y suavemente la tumbo en la cama. La fue quitando el uniforme mientras ella se dejaba hacer, sumisa.
    
    —Por favor, mi amor, uno rápido. Quiero volver al Centro de…
    
    —¿Uno rápido? Sabes que eso no es posible mi amor: necesito follarte durante horas…, pero lo intentaré.
    
    Se desnudó y se tumbó sobre ella al tiempo que buscaba sus labios. Se sació de ellos y la penetró. Follaron lentamente, con movimientos pausados. Con la relajación del orgasmo, volvió a quedarse dormida. Cuando abrió los ojos se sobresaltó.
    
    —¿Cuánto he estado dormida? —preguntó incorporándose provocando que sus firmes pechos se bambolearan ...
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