1. S.T.S. Sex toy story (Partes 2 y 3)


    Fecha: 05/10/2017, Categorías: Hetero Autor: Osito Lindo, Fuente: CuentoRelatos

    ... resolver decidió bajar a Manuela hasta el canalillo como llevaba un vestido de tirantes verde claro y con una falda de volantes. Ana se desabrochó los dos primeros botones del vestido y pasó lentamente la punta de Manuela por el centro de su pecho y la fue bajando lentamente.
    
    A medida que bajaba, Ana fue desabrochando los botones de su vestido y con un roce cayó al suelo del coche y lo largo de Manuela lo puso entre sus labios vaginales y estimuló poco a poco a poco el clítoris. La fusión entre la vibración intermedia, la estimulación de los roces de la punta de Manuela y el morbo de ser vista desde otros coches le apasionaba a Ana y no tardó mucho en mojarse y tener un fuerte orgasmo, que era el primero dentro de su coche.
    
    Cuando se recuperó de las convulsiones del orgasmo, Ana cogió un clínex del bolso y limpio a Manuela y el salpicadero de algunas gotas de fluido que fue lanzado por su vagina se volvió a poner el vestido y vio que los demás coche se empezaban a mover, guardó a Manuela en el bolso, y con una amplia sonrisa se fue a trabajar.
    
    ************************
    
    Parte 3: El Bamboleo del Paseo
    
    Ana entró entro en el sex-shop de Belén, Ana iba vestida con un vestido con faldón de color azul celeste ajustado de tirantes que dejaba ver los tirantes del sujetador negro que llevaba ese día, fue al mostrador y habló con Belén y ésta le entregó una pequeña cajita negra con un lazo morado y la acompañó a una pequeña habitación con una mesita y una silla y Belén la ...
    ... dejó a solas.
    
    Ana dejó la cajita en la mesa y desató el lazo y lo dejó a un lado de la cajita, cogió con las yemas de sus dedos gordo y corazón la tapa y abrió la cajita que en su interior había tres bolas chinas pequeñas de color rosa claro unidad por un hilo blanco, que acababa con una pequeña argolla para facilitar su retirada.
    
    Ana cogió las bolas entre sus manos y colocó la silla hasta donde había un gran espejo para mirarse. A continuación se sentó delante del espejo y subió el faldón de su vestido y la echó a un lado para ver la entrada de su vagina reflejada en el espejo. Acto seguido, dejó un momento las bolas encima de la mesa y lamió lentamente la palma y el largo de sus dedos índice y corazón y los llevó a su sexo para lubricarlo para que al meterse las bolas chinas no le doliese y cuando lo tenía lo suficiente lubricado cogió las bolas y se las introdujo lentamente en su interior.
    
    Cuando terminó, Ana se recolocó el vestido y anduvo un poco por la habitación, con cada paso que daba las bolas se movían dentro de su sexo y le producían como si la penetraran lentamente y a la vez rápida y le gustaba y además notaba como se empapaban de su fluido. Cuando se acostumbró a tenerlas dentro salió de la habitación y se despidió de Belén y fue en dirección al paseo marítimo.
    
    Ana intercalaba pasos lentos con rápidos y las sensaciones cambiaban cuando menos se lo esperaba. En el paseo marítimo, Ana veía gente paseando como ella, y le daba vergüenza andar por ahí con ...