Rebeca
Fecha: 05/10/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: punkgirl138, Fuente: CuentoRelatos
... cubiertos por el sostén. Nuestros labios permanecían tan solo a unos pocos centímetros. Mi respiración comenzó a acelerarse, aunque empezaba a preguntarme que había ocurrido con la euforia que mostraba antes.
Solo se estaba conteniendo. Justo cuando pensaba que iba a besarme me lanzó al sofá, separó bruscamente mis piernas y se sumergió entre ellas. Yo gritaba, no tanto por la sorpresa y la imposibilidad de zafarme de ella como por el enorme placer que me producía. Su lengua se movía a una velocidad pasmosa.
“¡Joder, me corro!” exclamé al tiempo que salpicaba a Rebeca con mis flujos. Tras relamerse ascendió hasta mi boca y comenzó, esta vez sí, a besarme lentamente. Creí que me había dado un respiro, pero casi inmediatamente utilizó sus dedos para juguetear con mi clítoris. Presa de la excitación me sujete a su cuello. Rebeca gimió levemente. Le gustaba, a aquella putita le gustaba que la asfixiaran. Sin pensarlo dos veces me incorporé, rodeé su cuello con una mano e introduje tres de mis dedos en su coño. Rebeca sonrió confirmándome que estaba haciendo exactamente lo que ella quería. Emitía ...
... intermitentemente gritos de placer ahogados, hasta que su voz se fue apagando y sus ojos se pusieron en blanco. Se acercaba el momento de soltar su cuello. Al hacerlo, Rebeca tomo una profunda bocanada de aire seguida de gemidos y un abundante flujo. Después se recostó sobre mí. Estaba exhausta, ambas lo estábamos. Todo me daba vueltas.
***
¿Dónde est… ah, mi cabeza? ¿Qué cojones es esto, un sótano? Y… ¿qué hago atada a esta silla? Joder, no hay nadie aquí. ¿Y qué son todos esos utensilios?
-¡Socorro! ¡Ayuda!
Mierda, Victoria ¿qué coño está pasando? Un momento, eso son pasos. Alguien está acercándose.
-Te he escuchado mientras bajaba. No deberías esforzarte, cielo, ni siquiera las ratas pueden oírte. Estamos solas tú y yo.
-¿Qué es lo que pretendes? ¿Qué coño quieres de mí?
-Shhh… tranquila, cariño, quiero que te sientas cómoda. No llores, no todavía. Tan solo debes sonreír a la cámara.
Jodida loca, no, no puedes estar pensado en hacer eso.
-Lo de anoche fue maravilloso, en serio, no sabes cuánto lo disfrute, pero me temo que solo eran los preliminares. Es ahora… cuando empieza el juego.