1. Mi primera vez fue con una vecina


    Fecha: 15/07/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... crecieron cada vez más. Y más. Y más, a medida que se efectuaba esa divina penetración. ¿Qué era aquello? ¿Qué me estaba pasando? ¿Por qué ese cosquilleo tan intenso en todo mi pito? No lo se. Sólo entendía que era la sensación más linda que había experimentado hasta ese día. Finalmente, mi inolvidable vecina me agarró de las caderas y comenzó a moverme despacio hacia adelante y hacia atrás. Yo sentía cómo mi pija entraba y salía de esa vagina mojada, lujuriosa y ardiente. Mis ojos seguían cerrados, porque la sensación de cosquillas, había aumentado. Sus suspiros provocaban los mios; Aaaaah. Aaaaah. Aaaaah. Aaaaaah. Si. Si. Si . Si. Qué hermoso. Qué hermoso. Aquello era lo más hermoso que había vivido. Finalmente, ella se recostó en el sofá, con sus piernas completamente abiertas y me dijo que me acostara encima. Y volviendo a agarrarme de mis caderas, me empezó a mover nuevamente hacia adelante y hacia atrás. En realidad sólo la mitad de mi cuerpo quedó encima de su cuerpo. Mis pies seguían sosteniéndome. Luego me soltó y me dijo que hiciera yo mismo, los movimientos. Esta vez, pude sentir la total aspereza de sus pelos púbicos, rozando mi pubis lampiño. pero no me molestó. Al contrario: Siempre había querido experimentar eso mismo y no sólo me encantó, sino que me marcó a fuego. Tanto que hasta el día de hoy, no me gustan los pubis depilados o afeitados. Los sigo prefiriendo al natural. Cuanto mas abundantes sean los pelos, mejor. Mi cadera aprendió enseguida los ...
    ... movimientos a hacer. Y mitad de pie y mitad acostado sobre ella, seguí frotando mi pubis sobre el de ella. Mi pequeño pito entraba y salía a medias de esa maravillosa y lujuriosa vagina, quedando la cabeza siempre adentro. Y esas cosquillas. Esas cosquillas. Ah, ¿Cómo describirlas? Intensas, fuertes, que se extendían desde la punta de la cabeza de mi pija, hasta si mal no recuerdo, todo mi aparato genital. Cosquillas. Cosquillas, Cosquillas. Muchas. Muchas cosquillas. Y los suspiros de ella. Y los suspiros míos; Aaaaaah, Aaaaah, Aaaaaaah, Aaaaaah. Sólo cosquillas. Muchas. Muchas cosquillas. Solo suspiros. Sólo ojos cerrados, concentrándonos en las cosquillas. Un mundo, un universo de cosquillas. Cosquillas. Cosquillas. Puras cosquillas. Aaaaah, Aaaaaah, Aaaaah, Aaaaaah. Hasta que escucho a mi querida vecina estremecerse en un escalofrìo y gemir; ¡Hmmmmm! ¡Hmmmmmm! ¡Hmmmmmm! ¡Hmmmmmmmm!. ¡Ah! ¡Ah! ¡¡Ah!! ¡¡Ah!! ¿Y yo? Enseguida comencé a sentir lo que sentía cuando frotaba mi pene contra las sábanas, pero más intenso y mucho más apetecible. Empezó a nacer en la base de mi pija y a crecer. A crecer. A crecer. Y a crecer. Cada vez más. Y más. Y más. ¡Y mas!. Aaaah. Aaaaah Aaaaaaaah ¡¡Aaaaaaaaaaah!! Y exploté en aquel orgasmo inolvidable. En seco, si. Pero inolvidable. Quizás el mas lindo de toda mi vida. Lentamente me relajé sobre ella, aún con mi penecito duro, que lentamente empezó a ablandarse y salir. Nos miramos y nos sonreímos. Ella me tendió los brazos, indicándome que me recostara ...