1. Horas extra nocturnas


    Fecha: 05/10/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Wild Skin, Fuente: CuentoRelatos

    ... levanto.
    
    -ahora ponte en cuatro que te voy a dar bien duro
    
    Quite algunas cosas de su escritorio para hacer espacio, baje mis pantalones junto con mi ropa interior y me recosté sobre su mesa para dejar mi culo a su total disposición.
    
    -¡¡¡mírame esto vale!!! Que culito bien redondito y sabroso tenías escondido allí
    
    -¿te gusta jefe?
    
    -está divino… no imagine que tenías unas nalgas tan ricas, y mira ese hueco apretadito… ya te vamos a rellenar con este trozo de carne
    
    -lo que tú digas jefe, es todo tuyo
    
    No acababa de terminar la frase cuando ya me había escupido en la raja de mis nalgas, con mis manos me las abrí y con un dedo me lubrique con su saliva. Volvió a escupir esta vez mas saliva y mi culo ya estaba bien mojado. El dolor llego de inmediato y grite un poco… me agarro desprevenido, luego gemí de puro placer porque mi hombre me estaba dando la más rica cogida que había tenido en mucho tiempo, no fue tierno, no fue suave, me dolió mucho y me gusto… cumplió su palabra, me estaba dando duro, durísimo… era una bestia. Con cada embestida hacía temblar el escritorio y me hacía saltar hacia arriba… yo todo flaco y blanco… era la propia muñeca, su muñeca sexual. Sentí que me llegaba bien adentro, me perdí en el placer y sentí un espasmo por mi espalda mi verga se puso durísima, estaba muy excitado, tanto que ...
    ... inevitablemente acabe. Luego él dentro de mi… me dejo bien lleno el culo de leche caliente. Él se apartó y yo me quede allí tumbado sobre el escritorio escurriendo semen por el culo y sintiendo espasmos en mi ano. Delicioso.
    
    Limpie un poco nuestro desastre, nos vestimos y salimos en silencio. Era un poco más de la media noche. Afuera llovía, durante el camino a mi casa no hablamos, él puso música y yo sentía mi hueco palpitar y aún mojado. Se detuvo a una cuadra de mi edificio, las farolas de la calle estaban dañadas, la oscuridad y el silencio reinaban en la noche. Él me miro y luego miro su entre pierna. Yo me lance sobre su verga que estaba dura de nuevo, se lo mame con mucho deseo hasta que por fin luego de un rato sentí en mi paladar el primer golpe de jugo salado… su deliciosa leche ahora era mía… me lo trague todo como buena puta.
    
    -ahora si perrita, estas bien llena de mi leche
    
    -me encanta que me digas perrita, eso soy de ahora en adelante cuando tu lo ordenes jefe, seré tu perra, tu puta, tu muñeca sexual
    
    No respondió. Encendió el auto y me dejo en casa. Me baje y sin despedirme un poco intrigado di unos pasos hacia la puerta. Él me llamo para indicarme que mañana me tocaba hacer horas extras de nuevo. Sonreí y dije que sí.
    
    Podría hacer este trabajo gratis… sin embargo me pagaron muy bien mis horas extras… 
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