Deseo
Fecha: 06/10/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Mi nombre es Miriam, estoy casada con Alberto desde hace 10 años, tenemos dos niños y aunque tal vez al leer este relato alguien lo dude, pero amo a mi esposo más que a nadie.
Él ha sido el único hombre en mi vida; aunque antes que él, tuve muchos novios. Con ellos no pasaron las cosas de besos apasionados y una que otra caricia íntima de ellos. De hecho sólo recuerdo que un exnovio, me tomó la mano y la puso sobre su pantalón y sentí su miembro erecto, pero solamente lo froté un poco y sentí su rigidez, pero la retiré al poco rato. Ese es el único otro miembro masculino que he sentido en mis manos y fue sobre la ropa. Nuestra actividad sexual siempre ha sido muy apasionada a pesar del tiempo y siempre he tratado de complacerlo, manteniéndome bien físicamente. Me compro algunos aparatos de gimnasio y los uso casi a diario.
Tenemos unos compadres que frecuentamos dos o tres veces al mes. Salimos con ellos a cenar y después nos vamos a casa de ellos o a la nuestra a tomar algunas copas y conversar. Hace unos meses, después de que nuestros compadres se marcharon, Alberto me dijo; -"¿Viste cómo me enseñó las piernas la comadre?" -"No". Le contesté yo. -"Sí, creo que se molestó, porque vio cómo se las estabas enseñando al compadre". La verdad no sé por qué me dijo eso, porque yo no vi, ni hice lo que me decía Alberto. -" La próxima vez, te pones una falda más corta y le enseñas más, para ver qué sucede". Yo no sabía si Alberto hablaba en serio. Siempre ha sido muy celoso, ...
... pero su comentario no me dejó dormir. Pensaba en lo excitante que podría ser, pero al mismo tiempo, no sabía si Alberto me lo decía para ver si podía confiar en mí. La verdad nunca me llamó la atención mi compadre, aunque no está mal. Siempre nos hemos respetado. En fin, la siguiente vez que me dijo Alberto que saldríamos con los compadres, que me arreglara muy guapa, le dije que claro, que lo haría como siempre.
Ese día me puse una minifalda de mezclilla muy corta, con una blusa delgadita, sin brasier y unos tacones altos. Cuando me vio Alberto, no dijo nada. A Alberto le gusta mucho el fútbol y ese día jugaba su equipo favorito, por lo cual dejó grabando el partido para verlo regresando. Cuando llegaron los compadres a recogernos, yo salí primero y mi compadre se bajó del carro para saludarme y cuando me vio me dijo; - "Que bárbara comadre, qué bien te ves". Yo le di las gracias y me subí a su carro en el asiento de atrás y al sentarme, obviamente se me subió la falda, que de por sí estaba muy corta. En ese momento vi cómo no dejaba de verme las piernas. Nos fuimos a cenar y todo normal, la plática y las copas, como siempre. Aún no sé si intencionalmente, pero ese día Alberto estaba tomando más rápido que los demás. El caso es que al terminar de cenar, Alberto se veía un poco tomado. Al llegar a casa, Alberto subió primero las escaleras, enseguida, mi comadre y yo, y mi compadre, atrás de nosotras. Supongo que la vista debió ser muy buena para él. Entramos al departamento ...