Cristina
Fecha: 30/07/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
... charla agradable y un cierto vacile tontorrón ya desde hace un rato. Las dos mujeres van al cuarto de aseo, supongo que a contarse confidencias o algo así, y Paco se dirige a mí con alegría y mucho entusiasmo:
—Nando, tío, tienes en el bote a Tina; joder, ni los más viejos del lugar recuerdan que no haya despedido con cajas destempladas a alguno de todos los hombres que se le han acercado. A triunfar, hermano, que yo me llevo a Carmen. Hoy follamos
Cuando vuelven las dos mujeres hay unos instantes de duda e incertidumbre, no procede pedir más copas y nadie da el primer paso para irse. Ayuda que se acabe la aplaudida actuación de la pianista y Paco y yo damos por hecho que nos vamos dado que ya hemos pagado. En la puerta nos separamos las dos parejas de la manera más natural y rápidamente desaparece mi amigo con Carmen camino del aparcamiento, y antes de que yo pueda decir nada Cristina me interpela:
—Vamos a ver si podemos coger habitación en el hotel. Tengo ganas de follar, no quiero ir más lejos, ¿te parece bien?
¿No me va a parecer bien? Ningún problema, salvo esa sensación que tengo en estas ocasiones de que todo el personal del hotel pone cara de cachondeo porque saben que venimos a follar. Pues sí. Si les da envidia, que se jodan.
Habitación muy grande con cama de matrimonio y muchos espejos. ¿Tanto se nota que vamos a chingar? Nada más cerrar la puerta nos hemos dado un beso en la boca, suave, como de compromiso, e inmediatamente después de separarnos ...
... de nuevo nos besamos, ahora en plan verdaderamente excitante y guarro, dándonos un buen repaso con las respectivas lenguas durante muchos, muchos segundos, recorriéndonos la boca entera.
—Fernando, estoy cachonda, bueno, y salida. Hace meses que no estoy con un hombre
No contesto, para qué, me desnudo rápidamente mientras miro a Cristina hacer lo propio. Lleva ropa interior no especialmente sexy, blanca, de aspecto deportivo, de talla grande, pero se la quita rápidamente y deja en libertad un par de tetas impresionantes: altas, redondeadas, muy grandes y pesadas, quizás algo caídas hacia abajo, con canalillo estrecho y profundo, oscuros pezones cortos, muy gruesos —ya están erectos, duros, tiesos— situados en el centro de grandes areolas amarronadas, sin forma definida. Tina, dándose la vuelta como quien no quiere la cosa, me enseña un culo fabuloso, moviendo las caderas levemente a derecha e izquierda, doblándose por la cintura, con los fuertes muslos y las largas torneadas piernas muy juntas, poniendo en evidencia un culazo tremendamente excitante, de gran tamaño, alto, duro, carnoso, sin huellas de celulitis o piel de naranja, con forma de pera redondeada, sin vello ni marcas ni pecas ni manchas... espectacular. Me lo tengo que follar.
Vestida es una mujer muy llamativa porque tan alta, con esas tetas y ese culo tan grandes llama la atención —podría decirse que es un mujer con forma de guitarra— aunque no sea especialmente guapa, con el pelo gris, casi blanco, muy ...