1. El cliente de la carnicería.


    Fecha: 03/08/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Tenía 15 años cuando trabajaba en la carnicería de mi tío, a unas cuántas cuadras de mi casa, hacia labores varias, durante mi tiempo de trabajo conocí a Esteban,un chavito de 10 años, que me volvía loco con solo mirarlo, su cara tan fina, educado, lindo, más nunca pensé hacer algo con él. Pasado el tiempo, en cierta ocasión miraba los perfiles en grindr, lo encontré por casualidad pero no estaba seguro de que fuese él, contactamos y platicamos un poco, fue grata mi sorpresa al confirmar que se trataba de Esteban, mi pequeño cliente quién ya era todo un joven esbelto, alto, barba cerrada y con unos labios carnosos, que desde pequeño me antojaba morderlos, quedamos de vernos en un parque cercano a donde vivo, llegue 15 minutos antes y me senté en una banca a esperarlo. El tiempo pasaba y no aparecía por ningún lado, pensé que no vendría, por la espalda apareció Esteban, de mejor apariencia que en las fotos, se veía fibroso, un poco más alto que yo, varonil y se le notaban unas nalgotas que se me hacía agua la boca por probarlas, ahora ya tenía 20 años, el tiempo le había favorecido y mucho. Nos saludamos y se sentó a mi lado, platicamos un poco, me comentó que trabajaba en una pequeña empresa propiedad de su padre, yo no le quitaba la vista de esos labios, imaginaba tantas cosas, lo invite a mi departamento para estar más cómodos, caminamos un poco, abrí la puerta: - Siéntate Esteban estás en tu casa. Tímidamente entro a la sala, le ofrecí agua y me senté a su lado, mientras ...
    ... platicábamos, le tome de la mano y me acerque lentamente a él, moría por besarlo, su olor era riquísimo, me invitaba a besarlo con intensidad, me respondió el beso rápidamente sin oponerse, nos tocábamos todo el cuerpo, yo me concentre en sus nalgas y él me manoseaba el pene por encima, mismo que ya estaba a reventar, torpemente nos levantamos sin separarnos del erótico beso, comencé a desabrochar su pantalón mientras el me quitaba la camiseta, ayude quitándome la bermuda, ambos quedamos en ropa interior y mi entrepierna parecía una carpa, me dolía de la erección, nuevamente me senté y Esteban fue deslizándose hacia abajo besándome el cuello, pezones, pecho, abdomen para detenerse un poco en mi ombligo, mis manos hacían presión en su cabeza para que bajase un poco más, quería sentir sus labios rodeandome la verga, me la mordió encima del boxer y mi cuerpo dio un salto involuntario. Me quite el boxer completamente, mi verga estaba tan erecta, jamás había sentido una erección tan fuerte, sentía entre dolor y placer, su mano aprisionaba fuertemente el tronco de mi pene, senti un lengüetazo y mis manos apretaban los cojines que tenía a los lados, metió el glande en su boca y su lengua giraba alrededor, succionaba fuerte al mismo tiempo que su mano le apretaba cada vez más, era una sensación indescriptible, mi cuerpo temblaba descontrolado, quito su mano y se la metió hasta el fondo, pegaba en su garganta fue una sensación nueva, se la sacaba y se la volvía a meter hasta el fondo, ...
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