1. Patas arriba (VI)


    Fecha: 03/08/2020, Categorías: Gays Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... que inclinarme sobre él y besarle, fue demasiado tierno.
    
    Cuando sentí que su esfínter no luchaba por sacarme de él, empecé a moverme, un mete-saca profundo, lento para que lo disfrutáramos, me recosté sobre él para que nuestras pieles se rozaran lo más posible, me encanta el sentir su piel suave contra la mía y sus suspiros de placer me calentaban todavía más. Después de un rato me pidió cambiar de posición, dijo que quería besarme mientras estaba dentro de él, aunque no me hacía gracia, saqué mi pene de dentro de él, me sentía extraño, pero quería complacerlo, mi pene lo extrañaba, pero sabía que volvería pronto. Por una vez, Vanya tomó la iniciativa y se acostó boca arriba y levantó sus piernas y las abrió dándome total acceso a su culito, luego me tomó el pene y lo guió a su agujerito, lo empezó a meter y mi cuerpo actuó por sí mismo y terminé de entrar, Vanya tenía razón: lo mejor de la noche fue estar dentro de él y poder besarlo, creo que esto es lo que llaman hacer el amor. No pude contenerme más y le dije al oído “te amo, Vanya” y terminé dentro de él, fue el mejor momento de mi vida, él sólo dijo “te amo, Ricardo” y pude notar que él acaba sobre su vientre.
    
    De repente Vanya se impuso a mí, yo había marcado el ritmo de la noche y ahora él quería hacer algo por su cuenta, así que lo dejé hacer, pero Iván se limitó a hacernos girar de modo que terminó sentado sobre mí y luego sacó mi pene de su interior y se acostó sobre mí, me dio un beso en el pecho, me dijo ...
    ... que me ama y recostó su cabeza sobre mí con una sonrisa en la cara, no pude evitar besarle el pelo, susurrarle “te amo, mi Vanya guapo” y dormirme con la sonrisa más sincera que he tenido en mi cara.
    
    Iván
    
    Fue la noche más feliz de mi vida, no por tener sexo, sino porque mi primera vez con alguien fue hacer el amor y no follar. Ese día nos levantamos con sendas sonrisas en la cara y ni él ni yo teníamos erecciones, nuestros cuerpos todavía estaban satisfechos de la noche anterior, igual que nuestras mentes, que rebosaban felicidad. Ese “te amo, Vanya” con el que Ricardo terminó dentro de mí, creo que marcará un antes y un después en mi vida, no tanto por el acto en sí, sino por la sinceridad de corazón con que me lo dijo, no seré de esos chicos que pierden su virginidad por alguien que juega con ellos.
    
    Nos metimos a la ducha juntos, nos lavamos entre besos y caricias, simplemente expresando el amor que nos tenemos, no buscando sexo, de hecho, cuando salimos ni siquiera las teníamos morcillonas, luego le pedí a Ricardo vestirlo y le fui colocando las prendas una a una, dándole besos por todo el cuerpo, creo que le gustó porque me pidió hacer lo mismo y él además de besarme me decía que era muy guapo y me llegaba al corazón, porque no lo hacía por obligación, sino porque quiere expresarme lo especial que soy para él.
    
    Finalmente, no podíamos quedarnos más en mi habitación y tuvimos que ir a desayunar. Mis padres habían pedido el día libre y nosotros no iríamos a clases, ...
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