1. La lechería − Cap. 3


    Fecha: 06/08/2020, Categorías: Erotismo y Amor Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos

    ... en edad de merecer“chupar las pollas”.
    
    La mentada nueva zorrita adolescente fue apodada TUTSI, ya que, como la paleta de caramelo, no se sabía cuántas lamidas debía dar antes de llegar al relleno que guardaban en sus pollas los clientes, o en su chocho las clientas.
    
    Poco a poco fueron sumándose más adolescentes, también hijas de las perritas ninfómanas, a estas nuevas perritas en el burdel terminaron siendo nombradas las panaderas, ya que eran adictas a estar comiendo tanto el churro (polla) como la concha (vagina).
    
    Mientras tanto no olvidemos a Caris y a Lilo. Caris aunque es ninfómana como todas las demás, a esa no la mandaron al burdel, a ella se la quedó el Ama para su deleite personal, por otro lado recordemos que Lilo había sido ególatra y creída, por lo que el Ama la mantenía de criada domestica sin tener derecho a nada, a menos que el Ama se tocará el corazón de vez en vez y se apiadara de la zorrita para que pudiera satisfacer su ninfomanía auto masturbándose sacando y metiéndose el dedo.
    
    Ya que las perritas recién fueron reclutadas empezando por la tal Tamira se les había dado la orden de buscar constantemente más zorritas para su dueña, ya no solo eran las vacas de la lechería, ni las come pollas del burdel, ahora también eran sumadas a los pies del Ama nuevas zorritas, pero a diferencia de las demás, estas serían esclavas domesticas en la mansión de su Ama, teniendo que vestir únicamente un delantal blanco, esto para distinguirlas como las esclavas domésticas y no se confundieran con las del burdel, ni con las de la lechería.
    
    Las nuevas zorritas o sea las esclavas domésticas, fuera de tener que usar el delantal, todas ellas estaban desnudas, solo se les permitía usar tacones de 15 cm para adornar con su belleza el lugar luciendo sus muy notables atributos, y que cualquiera que las viera pudiera si querían rentarlas, podían hacerlo por noche como esclavas domésticas.
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