Fantasías Realizadas 1 (Mi 1era. Vez) - Relatos Eróticos

Fantasías Realizadas 1 (Mi 1era. Vez)

-Te estaré esperando cuando bajes del avión, me muero por sentirte.

Me muevo en mi asiento completamente nerviosa, sola, viajando de una ciudad a otra, a los brazos de un hombre que no conozco más que por fotos y voz, hacia un destino asegurado: PERDER MI VIRGINIDAD CON ÉL; tenía 19 años, empezando mi primer año de psicología, independiente, rebelde, sociable, agraciada, que demonios estaba buscando en otra ciudad cuando en la mía podía hacerlo con quien quisiera, pero no… yo quería perder la virginidad con él, con alguien mayor que yo (38), no por amor, si no porque quería.

Respirando un tanto agitada guardo el celular, su mensaje me ha dejado entre nerviosa por lo que sucederá y caliente, ese deseo de sentir como alguien más me acaricia y satisfacernos mutuamente me tiene en vilo.

Mientras aterrizamos, pienso en las llamadas que nos hemos hecho César y yo durante estos últimos seis meses, palabras que me quitan el aliento, me encanta sentir el deseo que tiene por poseerme, por hacerme sentir todo lo que yo aun no sentía.

Me acordé de lo que suelen decir los padres, hay que tener relaciones sexuales cuando ya están casados, cuando hay amor de por medio, no nada más la calentura de una noche. Me reía por dentro, si supiera mi padre… jajajaja. Mis ideas son otras, yo decido con quien, como, cuando y donde.

Salgo de mi ensimismamiento y me levanto de mi asiento, hemos llegado, siento un pesor en el estómago, y mordiéndome los labios bajo del avión, el me espera ...

... junto al carro, al fin lo veo, alto, moreno, de espalda gruesa, ojos de un café claro, radiantes de felicidad y de lujuria, con esa boca que me da ganas de morder; mete mi maleta de mano en la cajuela y nos vamos hacia el hotel, solo estaré ese día con él, en la noche regresaré a mi casa ya sin virginidad…

Durante el trayecto al hotel no hablamos, solo nos mirábamos de reojo y sonreíamos, echándonos miradas traviesas por lo que sucedería; llegamos al hotel, frente al cuarto me di cuenta que en verdad sucedería, que no había marcha atrás, sonreí… No quería dar marcha atrás.

Al cerrar la puerta, inmediatamente me encerró en un abrazo lleno de lujuria total, mientras su boca recorría la mía y devoraba mi cuello, yo simplemente me dejaba hacer, quería que me hiciera de todo, encendiéndome por completo con cada una de sus caricias.

Abrazada y besándome, me llevo hacia la cama, donde me depositó delicadamente, sin desprender su boca de la mía, comenzó a bajar lentamente por mi cuello besando y mordiendo cada parte de mi piel, me jalo la blusa y quedo al descubierto el sostén, removiéndolo rápidamente y se fue derechito a mis pechos, mis pezones estaban bien erectos, estaba extasiada, temblando de puro placer, sintiendo como me recorría, como bajaba a mi vientre, como erizaba cada parte de mi piel, como llegaba a mi pubis depiladito, suavecito, y se dedicaba a olerlo, yo solo quería mas, así que abrí las piernas y el sabiendo que era lo que yo pedía casi a gritos se arranco ...