Mi papá aprovecha las vacaciones para enseñarme el sexo - Relatos Eróticos

Mi papá aprovecha las vacaciones para enseñarme el sexo

... solo a ti te la voy a dar. Pero tienes que chuparme el tilín mucho tiempo para que salga. Después fue a quitar la película y apagar la televisión. Volvió a mi lado y cayó en la cama; me atrajo hacia él y me beso con mucha ternura. Con una mano acaricio la espalda y con la otra agarro mi pene que aun seguía durito mientras con sus dedos acariciaba mis bolitas. - A ti aun no te sale, pero cuando te salga, me la vas a dar. Luego dijo: - Esto que hicimos es porque nos queremos mucho. Tú vas a hacer mi consentido. Te voy a comprar tus dulces y tus juguetes, pero tienes que hacer todo lo que yo te pida. E inmediatamente cambio su tono amoroso por uno mas amenazante para decirme: - Pero no le vayas a decir nada de esto a tu mamá, ni a tus hermanos ni a nadie más, porque sino ya no te voy a querer y aparte te voy a pegar con el cinturón grueso. Y es que en casa, todos mis hermanos le teníamos la psicosis de ser castigados con el cinturón más grueso que tenia, y cuando se enojaba ¡aguas! Porque era de temer mi padre. Me acariciaba las nalgas y por el cansancio y las cervezas se fue quedando poco a poco dormido hasta que comenzó a roncar fuertemente. Yo me salí de sus brazos sin que se percatara. Tome mi vaso de leche y salí sobándome el culito que aun me dolía. Sentí que tenía algo pegajoso y viscoso entre los dedos y me limpie con mi camisa. Me vestí y me fui al patio a seguir jugando con mis cochecitos con el culo adolorido. Ya era tarde, mi papá seguía dormido en su cuarto y yo ...

... ya empezaba a tener hambre. Mi vaso de leche hacia horas que me lo había terminado y como niño, no sabía de dónde tomar alimento ó servirme agua o leche. Lo único que estaba a mi alcance era una caja de cereal, pero no sabía dónde estaba la leche para servirme. Fui de nuevo a su recamara y lo encontré aun dormido. Lo moví para que se despertara, lo llame y nada funcionó. Estaba profundamente dormido y roncaba con fuerza. Vi su verga peluda y flácida, y recordé lo que horas antes me había dicho: “Es lechita. También te la puedes comer cuando te diga ó cuando tengas hambre. Es leche de papá. Pero tienes que chuparme el tilín mucho tiempo para que salga. ” Y en ese momento tenía hambre, así que no dude en acostarme a su lado y me metí su tilín en mi boca y comencé a chupársela. Me gustaba ver sus wevos peludos y se los empecé a acariciar. Olía muy rico su pito y sus pelos. Su tilín poco a poco se fue poniendo grande y dura en mi boca por lo que ya no cabía en mi boquita, por lo que solo podía chupar parte de ella. Mi padre se volteo, pero no despertó. Continúo durmiendo plácidamente y roncando. Yo seguí chupándosela y acariciando sus grandes y peludas bolas. Entonces su verga se puso cada vez más dura y gorda. Fue cuando sentí un chorro caliente salir de la punta su tilín llenando mi boca. Era mucha, por lo que se empezó a salir por la comisura de mis labios, me la fui tragando, sabía muy rica, dulce pero no con la consistencia y el sabor de la leche que estaba acostumbrado a ...