Mi papá aprovecha las vacaciones para enseñarme el sexo - Relatos Eróticos

Mi papá aprovecha las vacaciones para enseñarme el sexo

... Después sentí como iba metiendo su lengua dentro de mi pequeña “capuchita”. Sentía cosquillitas y muy rico, pensé que me la iba a arrancar con su lengua. Por instinto lo sujete de la cabeza acariciando su cabello diciéndole que me gustaba mucho y no quería que terminara. Él comenzó a acariciar mi ano con las yemas de los dedos intentando entrar. No entendía bien, pero eso me ponía todo el cuerpo mas caliente. - ¿Te gusta hijo? ¿Te gusta lo que papá te está haciendo?- Pregunto. - Sí papá, me gusta mucho. Siento muy bonito. - Si quieres sentir más rico y más bonito ¡voltéate! Y en lo que me volteaba, mi papá agarro un tarro de crema, lo puso a lado de la cama y tomo un gran sorbo de su cerveza; después me acaricio las nalgas y dijo: - ¡Qué ricas nalguitas tiene mi mariconcito! Las comenzó a acariciar, a besar y me las abrió metiendo su rostro en medio de ellas. Sentí calentito, húmedo mi hoyito. Mi papa me estaba chupando el culo muy delicioso y metiendo su lengua en mi ano. Era rico, cosquillas y un placer indescriptible. Así estuvo por mucho tiempo y yo sentía muy rico y mi pequeña verga estaba muy dura. Después me puso frente a la televisión para seguir viendo la porno. Me levanto las caderas y me dijo al oído: “Ahora vamos a hacer lo que hace el papá y su hijo, así como en la película”. Su voz estaba visiblemente descompuesta por la cerveza y la excitación. Me acomodo de tal modo que mis hombros estaban totalmente pegados a la cama y mis nalgas enteramente arriba ...

... (empinado). Y después de darme una lamida en mi anito con su lengua, sentí algo pastoso y frío en la entrada que me lo fue untando y poco a poco sentí que metía su dedo chiquito en mi “chiquito”. Me incomodo mucho y mi papá me dijo que me aguantara “como en la película”, sentí su verga, sus wevos y sus vellos pegados en mis nalguitas y comenzaba a restregarme su cabecita en la entrada de mi culo. Al principio sentía chistoso, cosquillas y bonito, pero mi ano empezaba a palpitar con voluntad propia. Eso hacía que mi tilín se pusiera más y más duro. Tenía la necesidad de sentirse lleno, aunque no sabía por qué ni con qué. Mi papá vio eso y comenzó a restregármela. Me pregunto: - ¿Qué sientes hijo? ¿Te gusta lo que te estoy haciendo? - ¡Sí papá! Siento chistoso, cosquillitas y como calor en medio de mi colita. - ¿Quieres que te la meta, “como el de la película”? - ¿No duele?- pregunte inocentemente - Duele un poquito, ¿pero te aguatas como los hombres? - ¡Sí! Y comenzó a empujármela dentro del hoyito. Yo veía la televisión, con el culo a merced de mi papá, y solo sentía como intentaba penetrarme. Miraba la película y quería hacer lo que hacían ahí, como mi padre me había dicho. No entendía porque me gustaba verla, pero me ponía todo el cuerpo caliente. De pronto sentí un gran dolor que me hizo brincar de la cama y gritar. Mi papá me sujeto de las caderas: - ¡Dijiste que te ibas a aguatar como los hombres! ¿Qué, no eres hombre? - Sí, pero me duele. - Pues ponte aguadito para que te entre. ...