La primera vez con mi bella madre
Fecha: 08/10/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Mark Arze, Fuente: CuentoRelatos
Me llamo Marcos y actualmente soy un hombre casado de 41 Años.
Frecuentemente recuerdo la primera vez que tuviera sexo con mi madre y no puedo evitar que mi verga se ponga dura inmediatamente. Mi madre se llama Sofía y siempre ha sido una mujer espectacular, de un carácter fuerte, muy emprendedora, y muy de armas tomar.
Por siempre ha sido muy atractiva, muy bella, de cuerpo curveado, de amplias caderas, grandes senos, y unas enormes y redondas nalgadas que siempre me gustaron muchísimo. En casa nunca fuimos nada tímidos en cuanto a sexo se trataba, mi madre se paseaba por casa en panties y bra todo el tiempo, frecuentemente me llamaba a que le ayudará a subir el cierre de su vestido y no era raro que coqueteara conmigo preguntándome como se veía y se me gustaba como lucia. No me cabe duda de que a mi madre le encantaba salir conmigo a la calle y me tomaba del brazo y salíamos como si fuéramos pareja y es que mi madre me tuvo cuando sólo tenía 14 años de edad y a sus 32 años parecía de 25. Yo soy su hijo mayor y siempre he tenido una relación muy especial he íntima con mi mamá especialmente porqué mi padre se aumentaba frecuentemente para ir a trabajar temporalmente por 6 a 8 meses al año a USA.
Bueno pues en esta ocasión uno de mis testículos, huevos como les decimos en México, me creció a 10 veces el tamaño normal y me dolía tanto que el menor roce me hacía géminis de dolor. La causa en ese momento no la sabia, pero ahora sé que es lo que le llaman un caso muy ...
... severo de blues balls o acumulación severa de semen. Pues como me daba pena decir lo que me pasaba, fingí que me dolían las piernas y mi madre me lo creyó ya que en mi niñez sufrí de artritis infantil. Pero pasados dos días no mejoraba y ahora mi otro huevo comenzaba a crecer también, estaba aterrado y cuando mi madre quiso forzarme a ir al médico no tuve otra solución más que confesarle lo que me sucedía.
Al ver mis enormes huevos, mi madre inmediatamente me preguntó cuando era la última vez que tuviera sexo o que me había más turbado y mi respuesta fue que ni siquiera me recordaba. Me explico que lo que necesitaba era sacar toda esa leche acumulada de meses. ¿Por qué no llamas a tu novia o alguna amiguita para que te ayude, me pregunto? Le explique que en este momento no tenía novia y no se me ocurría a quien llamar para que me ayudara con mi problema. Mi madre sugirió llamar a Evelina, la puta de la colonia, pero no pudo localizarla. Fue a buscar a una amiga suya que creía que no le importaría ayudarme ya que es una mujer muy fogosa y siempre dispuesta a ayudar si se trata de comerse a un jovencito como yo, ya en varias ocasiones, así como jugando le había comentado a mi madre frente a mí que le encantaría darme una buena cogida. Pero Sonia la vecina y amiga de mamá había salido de viaje.
Mi madre ya sin otra solución me dijo que no se le ocurría nada más que no fuese ayudarme ella misma. Hubo una larga pausa, mi rostro se puso rojo y caliente y mi verga dura y mi ...