Sorpresa
Fecha: 14/08/2020,
Categorías:
Primera Vez
Tabú
Transexuales
Autor: laerwik, Fuente: xHamster
... inflamado.Pensé que era el momento y di el paso. La senté en el váter, y me agaché acto seguido para agarrar su pene. Lo acaricié un rato entre mis manos y finalmente lo metí en mi boca. Al principio la sensación fue extraña, pero aquello me gustó, sobre todo porque sentí su calor y al mirarla, sus ojos iban a estallar de lujuria. Fui acariciando con los labios y la lengua, abrazando el glande y el resto del pene. Para finalmente y chupando y besando, cogiendo con la mano y agitando, chupando sus testículos, volviendo a chupar. El tiempo desapareció, solo era yo y aquel pene que tanto me estaba gustando. Ella empezó a gemir, a contorsionarse, me puso las manos en la cara y empezó a susurrar y exhalando cada palabra: "p..aaaara queeeee m...e c...o..r...r..o". Y así fue como soltó todo su rio de placer, voló por mi cara, mis manos y el suelo. Ella tuvo que morderse la mano para no gritar en mitad del baño, y yo a punto estuve de correrme por primera vez sin tocarme el pene.Al final, ella recuperó la postura y las fuerzas, me levantó y me besó con fuerza, lamiendo aquellos restos que quedaban por mi cara. Cuando estábamos limpios, ella me puso un preservativo y me dijo agarrándose a mi cuello:" todavía no hemos terminado" y haciendo la señal del silencio con el dedo índice y la nariz. De pronto, se dio la vuelta, se bajó aún más las medias y me enseñó un culo hermoso y excitante. Su agujero estaba palpitando y sus testículos colgaban ...
... por debajo dando a aquél culo un aspecto nuevo, limpio y morboso respecto a lo que ya había visto. Con increíble habilidad cogió mi pene erecto y lo introdujo en su ano. Aquella sensación fue nueva para mí y muy excitante. Sentí su calor, la estrechez del conducto, sus movimientos suaves con la cadera y con las manos pude agarrarle el culo. Poco a poco fui aumentando la frecuencia de mis movimientos, alternando las manos entre su culo y sus testículos y su pene, el cual parecía haberse recuperado en poco tiempo. Conforme aumentaba la inflamación de mi pene era mayor, el placer inmenso y el fuego empezó a salir con las últimas embestidas. Me costó no gritar de placer y tuve que conformarme con jadear. Pero mereció la pena.Tras terminar, nos vestimos y nos dimos un beso profundo y cariñoso. Ella me había llevado por un camino nuevo y yo me había dejado llevar, como un buen alumno, y habiendo disfrutado los dos muchísimo. Me dijo; "espero verte otra vez. Mi nombre es Carmen. Quédate unos minutos que salgo yo primero. Muac" Y tras besarme en la mejilla quitó el pestillo y salió por la puerta del urinario cerrando la puerta acto seguido. Y allí me quedé solo esperando.Tras un tiempo pensando, en el que no pude olvidar aquel pene erecto, aquella piel blanca, aquellos labios sinuosos, caí en la cuenta de que aquello me gustaba y quería más. Eso sí, en aquel momento quería más de Carmen pero no sabía nada más que de su olor y su bar favorito.