Gaby y su Ama − Cap. 1 (El encuentro) - Relatos Eróticos

Gaby y su Ama − Cap. 1 (El encuentro)

Esta historia comienza en el mes de septiembre del año 2012 cuando a una muchacha de 25 años de nombre Lidia le cambió la vida para siempre. Es una chica madrileña que día con día debía arreglárselas para subsistir y decidir entre comer, vestir o pagar renta.

Estaba aburrida de la monotonía de su vida cotidiana, los días comprendían salir de la casa al trabajo y del trabajo a su casa sin contar las paradas en el supermercado. Cierto día sin previo aviso su destino cambiaría sin tener la más remota idea.

Lidia en su trabajo tenía una compañera que se decía ser su amiga, aunque terminó demostrando todo lo contrario, su nombre era Celia, siendo una chica sumisa añoraba tener a quien servir, en pocas palabras deseaba tener Ama, y no descansó hasta encontrar a esa mujer a la que ella deseaba obedecer y besarle los pies. Ya a los pies de su dueña, Celia le ofreció conseguir más esclavas, prometiéndole llevar a su casa a la primera de las esclavas para el día siguiente. A la mañana siguiente invitó a su casa a la supuesta amiga y compañera del trabajo, siendo precisamente Lidia. Celia se pavoneaba con su Ama, ya que había cumplido con su primera tarea como perra novata a los pies de su nueva dueña.

Celia presentó a Lidia con su Ama diciéndole que el motivo verdadero de haberla invitado a su casa era para hacerla esclava de su Ama. Lidia no entendía porque si ella era buena amiga de Celia, ella la traicionaba de esa manera, sin embargo, Lidia se presentó con la mujer que ...

... estaba destinada para servir. La futura Ama de Lidia se presentó diciéndole su nombre “Amalia”.

Le aclaró que es una mujer sumamente exigente a la que le gusta que las cosas se hagan bien y a la primera, que no acostumbra decir más de una vez las cosas, que, de hacerlo, la esclava estaría cayendo en falta provocándose problemas y sería reprendida; la palabra “mediocridad” en su vocabulario no existe, por lo que si una de sus esclavas no obedece está en peligro de ser reciclada y reemplazada con otra perra, situación que por extraño que parezca lidia sin saberse sumisa aceptó. A los 12 minutos cayó rendida a los pies de Amalia, sin embargo, no se sentía cómoda sirviendo a una extraña, pero aun así obedecía las órdenes recibidas, Lidia tenía una enfermedad que en un principio no le confesó a su nueva Ama, ella sufre de asma, y cada vez que servía a su dueña, al final terminaba con crisis respiratorias, ya que ella acataba las ordenes, pero su yo interno se negaba.

Un día el Ama se enteró del padecimiento que su nueva perrita sufría por lo que le preguntó el motivo por el cual si era su perrita no estaba confiando en ella. Lidia le confesó que no le había dicho porque no soportaba a su Ama y que solo la estaba sirviendo forzadamente. Esto generó a Lidia se primer regaño por no haber sido abierta con su Dueña.

Fue entonces que su nueva Ama le dijo que debería confiar en ella, ya que entendía su problema, ya que su pareja sufría de lo mismo y que no era ninguna vergüenza, ...