Gaby y su Ama − Cap. 1 (El encuentro) - Relatos Eróticos

Gaby y su Ama − Cap. 1 (El encuentro)

... por el contrario, era motivo de apoyarla; y como muestra de confianza, el Ama le contó a Lidia que ella era epiléptica desde su nacimiento.

Lidia se quedó sin saber que decir, ya que no entendía como una domina se preocupaba de la salud de una simple extraña. A partir de ese día sus crisis asmáticas empezaron a disminuir, ya que el motivo que las provocaba era tener que estar sirviendo a disgusto.

El Ama encargó a su otra sumisa “Celia” que vigilara a Lidia por si llegara a sufrir alguna crisis, y que de ser así le auxiliara enseguida, ya que si no actuaba rápido podría morir. Celia no pudo más que acatar y obedecer esa orden, aunque no le hacía feliz, ya que Lidia no le caía bien.

Un día Celia le comentó a su Ama que Lidia estaba teniendo una crisis, el Ama le ordenó que pronto buscara una bolsa de papel y que respirara Lidia dentro de la bolsa con normalidad metiendo en la bolsa nariz y boca, eso haría que recuperara su respiración habitual; también ordenó que llamara una ambulancia para que la trasladasen al hospital más cercano, una vez en el hospital fue atendida y estabilizada. Una vez que ya se le asignó un cuarto, Celia se puso en contacto con su Ama para ponerla al corriente de había sido atendida y resuelta la emergencia. El Ama le ordenó a Celia que le consiguiera una tablet para poder estar en contacto directo con su perrita Lidia y poder estar así pendiente de su evolución.

Celia obedeciendo la orden de su Dueña Ama y Señora, llevó la Tablet que ...

... tenía en su casa al hospital para que lidia pudiera mantener al tanto a su Ama acerca de la mejoría de su salud, de esa forma tanto lidia como Celia podrían estar en contacto con la dueña de sus vidas; lidia desde la Tablet y Celia desde la pc de su casa.

Celia empezó a notar que el interés del Ama por la salud de Lidia era constante, ya que a diario le preguntaba por ella y le pedía que se conectase, Lidia se sentía cada vez más recuperada de su asma, pero más halagada de que su Ama no haya dejado de preocuparse por ella y su salud. Situación que a Celia le incomodaba tanto como tener una roncha en la nalga.

Debido a esos ataques de celos que demostraba Celia, le dijo a su Ama que no podía estar soportando la indiferencia que sentía, y que si no volvía a sentir que le hacía el caso de antes, que mejor renunciaba a ser su mascota. Celia creyó que el Ama se sentiría culpable, pero no fue así, sino todo lo contrario, el Ama le dijo que a ella nadie la amenaza y menos una basura como Celia, al escuchar esto Celia enfureció y se largó para nunca más regresar.

Pocos días después Lidia se recuperó totalmente y pudo dejar el hospital, sin olvidar agradecer a su Ama la atención que le dio, el Ama le dijo que ella le había ofrecido apoyo en su asma, y que lo hizo con mucho gusto, a Lidia le brotaron lágrimas al escuchar eso, y empezó entre las dos más que una relación de Ama-sumisa, sino que Lidia empezó a sentir cariño por su Ama, logrando así que sus crisis respiratorias ...