Mi madre es una golfa
Fecha: 19/08/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... succionando y mordisqueando el pezón. Ella suspiraba suavemente mientras el hombre mamaba ansioso.
Tras unos minutos de labor, Lázaro levantó a mi madre, liberándola por completo de la prenda que la cubría y asiéndola de las manos, la condujo al sillón.
El cual quedaba en perfecto ángulo de visión para mí.
Mi amigo la depositó suavemente sobre los cojines para luego quitarse la camisa, los pantalones y el calzoncillo, dejando al descubierto una poderosa tranca erecta y pulcramente depilada.
Apoyando una rodilla en el sillón, se posiciono sobre el pecho de la mujer, ofreciéndole el mástil de carne venosa y congestionada como si fuera un apetitoso caramelo.
Mi madre inclinándose lo cobijo dentro de su boca, se notaba la experiencia que tenia mamando pollas ya que, la chupaba con pericia lamiendo el venoso tronco, mientras sus labios cubrían el glande. Todo al tiempo que sus dedos acariciaban suavemente sus pesados cojones.
Lázaro tras un momento, cambio de posición atrayendo el culo de mi madre al apoya brazos, dejando su cadera levantada y colocando las torneadas piernas sobre sus hombros, dejando el camino libre para hundir su rostro en el chumino de mi madre.
Para cuando Lázaro acabó de comerle el coño, y ocupar con su polla el lugar que tan apetitosamente degustaba con su lengua, yo me encontraba con los pantalones abajo y pajeándome de maravilla, es más, estaba a puertas de un extraordinario orgasmo
ATRAPADO
— que estas haciendo guarro de ...
... mierda? – dijo la voz de Verónica tras de mi
Rápidamente me volteé, intentando calmar a mí hermana quien se acercaba descendiendo la escalera, todavía adormilada bajaba los escalones pesadamente, se le veían las bragas blancas entre la blusa mal abotonada color crema que usaba para dormir. Me acerque haciendo señas, intentando silenciarla pero, olvide que iba con la polla al aire
— aléjate de mi pervertido –
— shhhhhh…cállate, cállate por favor – suplique guardando mi pene dentro de los pantalones
— depravado le contaré a mamá –
— no podrás – susurre
— por qué? Donde esta? – dijo calmándose
— follando con Lázaro en el sillón
— como? – respondió incrédula
— Ven a ver si no me crees – dije ubicándome en la misma posición anterior
Verónica, que ya prestaba atención a los ahogados gemidos que emitía mi madre, tapándose la boca con el borde cubital de su mano. Se situó en la penumbra junto a mí.
Los dos nos quedamos en silencio, observando la actuación de mi amigo.
Ahora con las piernas de mi madre flexionadas sobre su pecho, hacia que las rodillas de mamá aplastaran sus tetas, dejando más expuesta la entrada a su chocho logrando penetraciones profundas.
Lázaro le envestía violentamente el coño sacudiéndola en cada empellón. Ella chillaba en cada acometida hundiendo su rostro en el tonificado pecho del hombre mientras, con lujuria le acariciaba desenfrenada la sudorosa espalda resbalando sus dedos hasta las nalgas, amasándolas y hundiendo sus uñas, ...