1. El culito de mi prima Vicky


    Fecha: 20/08/2020, Categorías: Anal Autor: zitro1, Fuente: CuentoRelatos

    ... recorrido, besos aquí, allá, en el costado, en el ombligo, en el pubis, aparte la tela y recorrí con la lengua cada uno de los recovecos que ella se molestaba en ofrecerme. Indagando con la punta donde me parecía más conveniente. Intensifique la presión que ejercía sobre su punto más sensible, estimulando su clítoris de tal forma que casi no tenía tiempo para coger aire entre sacudida y sacudida. Deje de saborearla para con tan solo los dedos conducirla al orgasmo. Quería observarla, no perderme ni un detalle. Ella no aguantó más el ser sometida... Todos sus instintos desencadenaron un fuerte orgasmo, terminó corriéndose de forma nada contenida.
    
    - Levanta y ponte a cuatro patas, por favor.
    
    - Que quieres ahora ¿eh? -dijo dubitativa.
    
    - Tranquila, confía en mí y obedece.
    
    Ella desde luego lo hizo. Se colocó a cuatro patas en el centro de la cama. Estaba buenísima, con las tetas colgando como cocos de una palmera y el culo erguido y respingón.
    
    - ¡Así, perfecta, no te muevas! -exclamé.
    
    No podía entretenerme más, sin ninguna dificultad pero con cierta brusquedad le arranque la tira del tanga. Con mi lengua chupaba su culo, su raja, y con una mano le estimulaba la vulva, separando bien sus labios, mis dedos se movían dentro de ella, se empapan con sus fluidos produciendo un excitante chapoteo.
    
    - Tienes un culo impresionante.
    
    - Gra... gracias.
    
    - Creo que ahora necesitas esto -Deslicé mi mano derecha entre sus nalgas. Para encontrar el orificio, me ...
    ... sorprendió el color rosáceo de ese interior, que contrastaba con la blancura de la piel del entorno. Ella ronronea como una gata y echó la cabeza hacia atrás. Ahora sus muslos están completamente separados. Y su respiración era entrecortada, contrajo los músculos cuando lentamente le hundí el dedo corazón y lo hice girar en su interior hasta lo más hondo que pude dentro del esfínter.
    
    - ¡Por favor! -exclamó al cogerla por sorpresa.
    
    - Tranquila te va a gustar.
    
    - Sí… pero... -gimió sin poder evitar contonearse, cuando entré con otro dedo.
    
    Estiró los brazos y se aferró al cobertor de la cama. La ayude a colocarse con las piernas separadas y el culo en pompa, la contemple unos instantes con mi verga en la mano unte la punta y lubrifique también la entrada de su culito. Su cara reflejaba el sufrimiento de la que suponía era la primera vez. Ella ya había cerrado los ojos y había puesto muecas de dolor cuando apunté mi polla. Había entrado solo la cabeza soltó un quejido y se retiró sacándosela de dentro. Con furia le aticé un cachete y la mano se marcó en la piel blanquecina de las nalgas.
    
    - Si quieres puedes gemir, te ayudara a calmar el dolor, pero no quiero oírte chillar, relájate.
    
    - ¿Me vas hacerme daño?...
    
    - Si quieres que lo dejemos.
    
    - No. -Respondió
    
    Aprovechando que estaba a cuatro patas le besé la nuca, inmediatamente después y con un gesto muy posesivo, acaricié su espalda con la mano, deteniéndome en su espectacular trasero. Tras darle un par de sonoros ...