Una infidelidad por partida doble
Fecha: 21/08/2020,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Marianaxxx, Fuente: CuentoRelatos
... forma al sentarme nuevamente miraba ya sin reparo mis senos casi al aire.
En un momento me pide perdón para ausentarse unos minutos, me dice que tiene que atender un asunto muy importante, un tanto desconcertada solo atinó a decir que adelante y que no hay problema, me dice que por favor no me vaya a ir, que le toma de 10 a 15 minutos regresar.
Se levanta de la mesa y se dirige a la salida, yo me quedo bastante sorprendida, no sé qué pasa, no sé si ha encontrado un pretexto para retirarse y no regresará o si le ha salido algún pendiente urgente del trabajo que debe atender, en cualquiera de los casos resulta muy raro su comportamiento.
A los pocos minutos y tal como me había prometido regresa, cargaba una pequeña bolsa con él.
—Perdona, pero fui a hacer una compra rápida.
—Ah que bien.
—No quieres saber que compré.
—Sólo si tú me lo quieres decir.
—Compré un conjunto de lencería para mi esposa, tal como tú me lo recomendaste.
—Que bien, te felicito, seguro que le va a encantar.
Resulta que, al encontrarse el hotel en el centro, justo a unos cuantos pasos sobre la misma calle se encontraba una tienda de lencería, mi amigo salió rápido y realizó una compra, me pareció evidente que ya tenía bien identificada la tienda con anterioridad.
—Justo cuando caminaba al hotel vi la tienda y en el aparador vi un conjunto que me gustó, de hecho, me le quedé viendo, luego tus palabras sobre la lencería cayeron en el momento correcto y me animé a salir a ...
... comprarlo; ¿qué te parece?
—Que bien, que bueno que te animaste.
—Pero tengo un problema muy serio.
—Ah sí, ¿y cuál es? ¿Te puedo ayudar en algo?
—Justo tu eres la única persona que puede ayudarme.
—Ah sí? ¿Y eso?
—Pues sabes que no sé cómo se le vería esto a mi mujer y la verdad me interesa mucho saberlo, porque si no es la prenda correcta, puedo regresar a la tienda de inmediato a devolver la prenda y así no arruinar la sorpresa con una lencería que no corresponda.
—Y yo que tengo que ver con eso? (pregunté coquetamente suponiendo sus intenciones)
—Pues me ayudarías mucho si te pudieras probar el atuendo y ver cómo te queda.
—Ahhh, bueno pues puedo ir a la habitación, me lo pongo y te digo mi opinión, que te parece?
—Pues no creo que sea lo mejor, ¿no crees que dos cabezas piensan mejor que una? Además, creo que debo de tener el derecho de dar mi punto de vista, pues si yo lo compré y yo lo voy a disfrutar.
—Pues qué no lo viste en el maniquí?
—Pero no es lo mismo, tu sabes, es diferente.
—Bueno en eso si tienes razón.
—Claro que tengo razón.
—Y que propones?
Lo dije pícaramente, evidentemente sabía cuáles eran sus intenciones, sólo que me encantaba provocarlo y ver hasta dónde podía llegar este juego que cada vez me estaba gustando más.
—Pues es fácil te lo pruebas y me dejas ver cómo te queda.
—Y cómo? Ni modo que me vaya al baño y salga en lencería.
—Piensa en que le estarías haciendo un gran favor a un amigo.
—Pues ...