Gozando en el cine
Fecha: 23/08/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Sleepkiss, Fuente: CuentoRelatos
... afición de asistir al cine.
Yo lo miraba mientras me hablaba, y estaba como embobada por la forma como se dirigía a mí. De pronto las luces se apagaron y comenzó la película. Él parecía que estaba muy atento al desarrollo de la trama, y eso me dio cierta tranquilidad por el hecho de ser los únicos en el cine.
En un momento dado, puse mi brazo en él apoya brazos de la butaca, y no me di cuenta que su brazo estaba ahí. Debido a que él tenía camisa de manga corta, pude sentir el calor de su brazo en el mío. Yo casi no prestaba atención a la película, por estar pensando que nuestros brazos se estaban tocando. Me puse a pensar que haría yo si él quisiera besarme o tocarme, y el solo hecho de fantasear hizo que mi rostro se pusiera colorado.
De pronto sin decirme nada él tomó mi mano con la suya, y entrelazó sus dedos con los míos. Yo me quedé sin saber qué hacer, y quedamos con las manos agarradas. Era agradable estar así y me di cuenta que el motivo por haber aceptado su invitación, era porque en mi interior sentía que él me gustaba como hombre. Estaba casi segura que, si él intentara algo conmigo, yo no haría nada por rechazarlo.
Volteé mi rostro para mirarlo, y vi que me estaba mirando a los ojos.
Poco a poco acercó su boca a la mía, y nos fundimos en un beso que aceleró mi corazón al punto que sentí que iba a explotar. Me derretí al contacto con su lengua y mi cuerpo se laxo. Poco a poco ese beso que en un primero fue dulce, se fue convirtiendo en salvaje y ...
... podía sentir su respiración sobre mi rostro.
Seguidamente puso su mano derecha sobre uno de mis senos, al momento que la mano que estaba entrelazada con la mía, la jaló hacia su pene y me lo hizo tocar encima de su pantalón. Instintivamente comencé a apretárselo, dándome cuenta que tenía un gran tamaño. El por su parte había metido su mano por debajo de mi polo, y metía sus dedos debajo de mi sujetador.
Al estar besándome y tocándonos, mis piernas se separaron ligeramente, como invitándolo a que me tocara ahí también. Él no se hizo de rogar y metió sus manos debajo de mi corta falda, y paso dos dedos por encima de mis braguitas para luego comenzar a jalarlas, de tal forma que quedaron a la altura de mis rodillas.
Pude sentir el cuero de la butaca debajo de mis nalgas, y el palpitar de mi conchita deseosa de la verga que estaba tocando. Sin creer lo que estaba haciendo, le abrí la bragueta del pantalón y su verga salió como un mástil. Él se aflojó la correa y en la penumbra pude verla rodeada por su vello púbico. Sin esperar a que me lo pidiera, me incliné para chupársela. El acariciaba mis cabellos mientras le daba una mamada de la que yo misma me sorprendí, y con su mano izquierda me acariciaba las nalgas, metiendo su dedo índice en mi ano.
Dejé de chupársela y se reclinó en la butaca, pidiéndome que me sentara sobre su verga. Me saqué las braguitas que las tenía en mis rodillas, y él separó sus piernas para que yo me pusiese en medio de ellas.
Luego le agarré la ...