A mi vecina le gusta mi cañón
Fecha: 24/08/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Justino, Fuente: CuentoRelatos
... duro, parte en dos con tu cosota hazme venir con tu palo siiiiiii rómpeme el toto.
Yo estaba a punto de correrme, pero lo prolongue hasta que ella estuviera a punto de llegar, así que aceleramos nuestros movimientos y solo decíamos:
—mami me vengo.
—papi vacíate dentro sí, sí, sí, sí.
—guay mami guay sácamela toda, toda.
—si papi échamela dentro siiiiiiiiii.
Ambos llegamos simultáneamente, ella tuvo un orgasmo como jamás antes lo había tenido, hermoso e intenso, le saque mi estaca y la leche a chorros de su placentero y hermoso toto.
Nos quedamos abrasados por un rato ella me dijo:
—hace mucho que quería singar contigo, siempre te veías el bulto en tu pantalón y eso me volvía cachonda.
—yo también te tenía esa gana de cogerte, pero no me a atrevía por respeto a tu esposo.
Erica se levantó y salió para el baño al ratito yo fui al baño y la encontré bajo la ducha, me le uní y le enjabone la espalda mientras lo hacia mi miembro empezaba a pararse nuevamente se volvía a poner como el cañón que es, el cabezón de mi estaca rozo sus hermosas nalgas, ella se da la vuelta y dice:
—Dios eres insaciable amiguito.
Empecé a acariciarla toda, nuestros cuerpos se fundieron en un fuerte abrazo, mi boca se unió a la de ella, y nuestras lenguas se entrelazaron formando un nudo, con mi mano busque su toto, introduje un dedo en su vagina y ella empezó a moverse, me agache y con mi lengua busque su clítoris, ella gemía mientras por sus piernas se deslizaban sus ...
... jugos vaginales y solo decía:
—siiiiiii Justino hazme gozar, méteme tu tranca hasta el tope.
—Sus deseos son órdenes.
Me puse de pie y ella quedo de frente a la pared, me coloqué de tras de ella y le dije:
—coloca las manos a la pared.
Su trasero quedo frente a mí, echó su trasero hacia atrás quedando justo a la altura de mi cañón, le dije:
—abre bien las piernas.
Ella lo hizo, aquello era una vista hermosísima su vagina esta chorreante y provocadora así que coloque la punta redonda de mi macana en la entrada de su vagina, al sentir la cabeza de mi duro cañón gimió y me dijo:
—métela ya que no aguanto más.
Se la metí toda de un tirón, grito como una perra, se lo metí tan fuerte que golpeo la pared con su cabeza, empezó a gritar:
—¡dame con todo papi, rómpeme mi toto!, ¡síngame como nadie lo ha hecho sigue, sigue!
Yo metía y sacaba y en cada envestida ella gritaba como loca:
—¡hazme venir papi dámela métemela hasta el fondo guao que rico la mete papi me vengo papi me vengo dame rápido guao guao si, si, si guaooooo!
Se vino como una perra y me decía:
—hazlo tú ahora papacito quiero que te venga dentro, quiero sentir toda tu fuerza y tu potencia dentro de mí.
Mientras decía eso, mi pene se crecía más dentro de ella, mi excitación aumentaba por segundos, mi mete y saca era más rápido, se la metía con tanta fuerza que sus brazos no soportaban el impacto de mis envestidas, yo solo decía:
—si mamazota estoy disfrutando de tu rico toto ...