Dulce y amarga amistad (02)
Fecha: 26/08/2020,
Categorías:
No Consentido
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... se sentía con tamaño miembro dentro de mi trasero, a si es que...
-De acuerdo, lo haremos si tú quieres, pero luego no me niegues tu amistad y lo haremos despacio, no quiero que me rompas el culo más de lo necesario. –Esto último se lo dije riendo y le volvió loco, se tiró encima de mí y me besaba enfebrecido.
-Despacio, se suave. –Le decía riendo.
-Ahora déjame que te la acaricie y nos conozcamos. –Nos quitamos los pantalones, la única ropa que llevábamos quedándonos desnudos, mi amigo me miraba con ojos de lujuria y yo solo tenía ojos para su pija. Una vez me había dicho que le media veinticinco centímetros, a mi me parecía más grande.
-Mientras te la acaricio tienes que prepararme el culito, irme metiendo los dedos despacio, voy a buscar una crema al baño. –Volví, se había tumbado de espaldas, se sujetaba la verga con las dos manos y ni con las mías añadidas la cubriríamos, sentí un escalofrío de ansiedad pensando que aquello me perforaría y estaría en mi interior, por lo menos alguna parte de ella, no creía que pudiera metérmela toda.
Le entregué una cajita de crema y me puse de rodillas a su costado para dejarle fácil acceso a mi ano.
-Poco a poco vas metiendo un dedo y luego dos y… -Me miraba sonriente.
-Jesús, no soy tan tonto, lo he visto hacer. –Me puse rojo avergonzado.
Se sentó para abrazarme y besarme en la boca.
-Voy a ser un alumno aplicado, no te haré daño, ¿tienes miedo, tú lo quieres hacer?
Miré hacía mi costado, su enorme verga ...
... no se tenía de pie y se inclinaba babeando sobre el abdomen, llevé mi mano y agarré el glande enorme y brillante, mordí excitado mi labio.
-Tengo miedo pero quiero, he tenido fantasías con tu polla, deseo que me penetres con ella y que me goces. ¡Síííí, sí la quiero! –Grité abrazado a él.
Me incliné elevando las nalgas, dejando mi hoyito dispuesto para que lo trabajara con sus dedos y, a la vez, poder llegar con mi boca a su polla que deseaba tener.
-No, así no. –Me colocó tumbado sobre él, con mi verga y los huevos sobre su cara, supe que quería lamerme el culito y trabajarlo según hubiera visto hacer, no quería solamente perforarme, sacarse la leche y ya está, sentí que no era solamente un objeto sexual para Álvaro, un simple agujero donde descargar su calentura.
Exploraba despacio mi culo, primero con las yemas de los dedos acariciando la entrada, jugando apretando el fruncido y moreno anito, y al fin se decidió a aplicarme la lengua, me estremecí pensando que era la boquita de mi amigo la que me daba placer, se detuvo un momento y reanudó la labor, supe que le gustaba porque aceleraba el paso de la lengua y su verga reaccionaba engordando.
Era mi momento soñado tantas veces, me detuve observando el movimiento de su verga, su vaivén, elevándose impulsada por el bombeo de su corazón y volviendo a ser vencida por la fuerza de la gravedad y su grandeza. Colgaba de su boquita un hilo de presemen con una gota transparente que tiraba para caer al lado de las que ...