CDMX Cogiendo en la oficina - Relatos Eróticos

CDMX Cogiendo en la oficina

... sufrir. Seguí mordiendolo despacio, mientras tocaba sus piernas. Subí poco a poco sobre su abdomen hasta llegar a sus pezones, los lamí, los besé, los mordi. El chavo se retorcía y gemía de gusto. - Él: síguele, wey! Chupamela. Baje su bóxer y esa verga gruesa saltó a mi cara. Su olor era riquísimo, delicioso. Empecé a lamer la puntita, poco a poco. Rodee la cabeza con mi lengua y me metí toda esa verga en la boca. Lamí ese rico tronco, siempre dandole vueltas con mi lengua. Poco a poco me fui bajando hacia esos ricos huevos, pasé mi lengua por esas bolas. El tipo se recargó en el respaldo de la silla, gimiendo y cerrando lo ojos: no mames! No mames! Sigue!! Lamí esos huevos hasta llegar a su ingle. Fue ahí cuando dio un gemido fuerte. Levantó las piernas: me dejó ver ese rico culo. No desperdicie esa oportunidad para darle un beso negro que lo hizo gemir fuerte: - Él: ya wey!!! Dejame cogerte. - Yo: lo que quieras. Este culo es tuyo. - Él: volteate wey. Quiero lamer te ese rico culo que me voy a comer. Yo seguía con Ropa. Toda la chamba la había hecho yo. Él me quitó la camisa, y empezó a morder me los pezones. ¡NO MAMEN! Ese es mi punto débil. Lo encontró a la primera. Empecé a gemir y a ponerme duro al instante. -Él : te gusta, verdad putito! - Yo: si wey, no mames. Eso me prende un chingo. -Él: volteate! Me quitó el pantalón, lo bajó junto con mi bóxer. Se hincó y quedó su cara a la altura de mis nalgas. No soy un wey nalgon, pero tengo un culo rico. Me dio una nalgada, ...

... fuerte, rica! Abrió mis nalgas y entro en ellas: metió su lengua hasta adentro. Su lengua la hacía en círculos mientras yo gemia como una puta, literal. -Él: no mames, tienes un rico culo. Huele rico, se abre rico. Fue en ese momento que saqué algo que a los dos nos prendió mucho más:, un frasco de poppers. Se los pasé: ¡no mames wey! Con esto si te voy a dar una rica cogida. Le inhaló fuerte y me los paso, hice lo propio. El wey se levantó y su verga quedó entre mis nalgas. Empezó a besarme y morderme la espalda. Estaba tan caliente que poco a poco fue acomodando su verga en la entrada de mi culo. Ya saben como se siente: esa rica, deliciosa sensacion de tener la cabecita de una verga rosando tu culo. Intentando entrar. Eso es algo increíble. Bajó sus manos para meterme poco a poco un dedo y para acomodar su verga: -Él: no aprietes, chiquito. No te la voy a meter. Solo quiero sentir un poco de ese culo. La acomodo poco a poco y empezó con un movimiento despacio. Me quito el pantalón por completo y subió una de mis piernas a una silla. Ahí tuvo más facilidad con ese Movimiento. Fue tal la calentura que metió un poco la cabeza y ambos dimos un respingo y un gélido de placer : ambos estábamos disfruta do al máximo. Se salió de mí y rápidamente, ni me di cuenta, se puso un condon. -Él: ahora sí te voy a sentir completo. -Yo: si, metela. Pero primero jalale. Le pasé los poppers y le jalo fuerte, me los regresé y lo imite. Ambos entramos en una calentura enorme. Sentí como dirigía ...