1. LA PERDICIÓN SEXUAL DE LA NIÑA ANGIE (2)


    Fecha: 02/09/2020, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Bueno, teniendo 8 años y 10 meses de edad, y después que ese chico de 17 años me hiciera el amor; por primera vez, en Concepción, yo sentí que había hallado lo que tanto había querido: Culiar, culiar con los hombres.
    
    El ambiente en que yo nací y crecí giraba alrededor de la droga. En Chile, vivir en esos barrios significaba mucho, porque te marcaba. Y me marcó también a mí.
    
    Y la manera en que me marcó a mí, vivir en ese ambiente, fue sobre todo en el sexo. Es que cuando yo cumplí 8 años, parecía una mujer grande. Mi cara es bien bonita, y de mi cuerpo ni se diga. A esa edad yo era muy despierta, pero como era bien loca, andaba solo riéndome, mirando a los chicos, y metiéndome en las tardes a ver solita mis revistas porno, que por aquí se consigue moviendo los dedos. Yo, concentrada miraba a los hombres en esas fotos, sus cuerpos desnudos, y esas lindas vergas, y soñaba despierta culiando con uno de esos hombres. A esa edad ya me sentía mujer, me excitaba viendo mi cuerpo, me paseaba imaginándome estar sin ropa en una pasarela, y lo que yo en realidad quería ya, era ser culiada.
    
    Después que ese lindo chico de 17 años se llevó mi virginidad, me sentí como libre, y sentí el deseo, y la necesidad de portarme sexualmente como una mujer grande. Quería sonreírles, seducirlos, mostrarles que yo ya era una mujer, y hacerles ver que podían desearme sin problemas, conquistarme, y culiarme las veces que quieran.
    
    A los pocos días, un patrullero de la policía, después de ...
    ... rondar un buen rato por el barrio, llegaron y entraron a la fuerza a la casa, y después de buscar, hallaron un saquito con droga, y se llevaron a mi abuelita hasta fuera de la casa, al interior del patrullero.
    
    Yo, sin estar asustada, sentí lo que debía de hacer, y me acerqué a los policías preguntando por el jefe del operativo. Lo llamaron y el vino. Yo, sonriéndole con seducción, le pasé la mano por detrás de su nuca, me acerqué dándole un beso en el borde de sus labios, y mirándolo a los ojos le dije: “¿Quieres venir conmigo dentro de la casa? El policía, después de mostrarme una cara de incredulidad, se sonrió con gusto, mientras me apretaba mi nalga con sus dedos.
    
    Lo hice pasar a mi dormitorio y le pedí que se siente en la cama. Luego, me empecé a sacar lentamente mi ropa, quedando desnuda delante de él. El me miró con un deseo muy grande, y me dijo: “Oye niña: Eres muy despierta, y lindísima. Me gustan tus piernas curveaditas y gordas… Ya eres grande. ¿Me trajiste aquí para culiar conmigo?”
    
    “Si” Le dije, “pero si después de eso…usted suelta libre a mi abuelita”
    
    “Descuida mi amor, la voy a soltar. Ahora…ven acá”
    
    Y el policía me apretó y me dio un beso en la boca. Y después de soltarse, me volvió a besar como si yo fuera una puta. Yo, cerrados los ojos lo besaba, con un poco de miedo. Después de acostarme en el filo de una cama bien alta, se puso de rodillas. Yo sentí su lengua caliente, entrando y saliendo de mi pequeña vagina. El abría la boca, y la cerraba, ...
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