1. Arrepentidos los quiere Dios. (Capítulo 50)


    Fecha: 10/10/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Febarsal, Fuente: CuentoRelatos

    Capítulo 50
    
    Año 1996
    
    Llevaba algo más de tres años de alcaldesa, y las promesas de mejora de todos los servicios públicos las había cumplido.
    
    No cobraba ni una peseta; los diez millones anuales del sueldo de alcalde, cantidad que fijó el anterior y no quise modificar, la doné íntegramente a laFundación Doña Manolita,que había reflotado después de affaire con el Clero local, y que cayó en el abandono.
    
    Puse al cargo de la misma a mi buen amigo Servando, ya saben, el Marqués de Flores del Campo. El hombre se reconcilió con su mujer de toda la vida, y se la trajo a vivir con él aquí, a Los Alcores.
    
    Tenía cincuenta y seis años ya cumplidos, y me sentía pletórica, y lo peor (o lo mejor) que se me había acentuado la libido, y el día que no hacía el amor con José Antonio, me tenía que masturbar.
    
    José Antonio, ya he dicho que estaba casado; por razones del papeleo, y porque su mujer no quería de ninguna de las maneras vivir aquí.
    
    En tren del Alta Velocidad llegaba en poco más de una hora y media; venía dos, o a lo sumo tres días por semana, y en días laborables, por lo que los fines de semana me los pasaba sola.
    
    Y aunque ganas no me faltaban, no debía tener un amante. Se habían superado muchas barreras sociales, pero un cargo público no debería ser la comidilla del pueblo. Así que no me quedaba más remedio que "servirme sola".
    
    15 de Julio de este mismo año
    
    Llegó el gran día: la inauguración.
    
    Había superado todas las expectativas que imaginamos al ...
    ... comienzo; pues el genial José Antonio, sobre la marcha iba adaptando al Hotel las tendencias actuales en construcción bien asesorado por arquitectos. Para acabar siendo elComplejo Turístico Doña Manolita, uno de los más modernos de España.
    
    Ni que decir tiene, que, asistieron al acontecimiento las fuerzas vivas de la Región e incluso de la nación; y por supuesto, el Presidente del Gobierno y Secretario General de mi partido, el PPP. José María Arránz Gómez, que fue el que descubrió la placa que solemnizaba el evento.
    
    Veinte señoritas a cual más bellas fueron contratadas para satisfacer en todo lo que les fuera solicitado. Las 140 habitaciones dobles y las cinco suites nupciales fueron ocupadas por las más de 200 personas que concurrieron invitadas al acontecimiento.
    
    A última hora, José Antonio había creado una zona nudista en el ala norte de más de mil metros cuadrados con sauna, bar, pista de tenis, solarium, y club social. Se accedía por uno de los pasillos del hotel, y la entrada era permitida exclusivamente desnudo, a quien quisiera disfrutarla.
    
    Tres señoritas con cuerpos deslumbrantes se encargaron de servir a los invitados que pretendieran conocer esa área nudista; sólo llevaban una especie de cofia y un lazo adherido al ombligo, para distinguirlas como azafatas.
    
    Me tuve que multiplicar para poder ejercer como anfitriona. José Antonio y el Marqués me ayudaban en la complicada tarea de comprobar que todo el mundo estuviera satisfecho y que no les faltara de ...
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