1. Elmer y la insoportable hechicería del arba (1ª parte)


    Fecha: 03/09/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: ElmerVanHess, Fuente: CuentoRelatos

    ... ascendencia en Virgo, vos sos de Virgo no?
    
    - Como sabias?
    
    - Dotes que tengo, hago cartas astrales también, entre otras cosas. Se también de algunos dotes que vos tenés, de otro tipo, ejem, más terrenales. En fin, pasa...!
    
    El departamento era chico pero confortable. Cortinas de terciopelo oscuro recubrían las ventanas, un sillón grande, una mesa con sillas muy cómodas, luces tenues y una nueva fragancia hizo su aparición, mas dulzona, se mezclaba con el NPI de Mariana. Me sentía como embelesado, fuera de mí, me costaba concentrarme.
    
    - Acá esta la carpeta, ven fíjate por favor. Ponete cómodo. Tomas algo?
    
    - Lo que tengas
    
    - Te animas a tomar un te fortificante con ginseng, aloe y algunos secretillos que preparo yo. Es con elementos naturales, no tengas miedo, es muy fresco, te va a gustar, con hielo...?
    
    - Dale, acepto.
    
    Cuando se iba comenzó a desabrocharse el saquito largo para quitárselo y ahí guau.
    
    Al hacerlo vi que debajo tenía un short negro de terciopelo corto, muy corto, que le llegaba ahí nomas del nacimiento de su cola. Asomaba el nacimiento de sus nalgas por debajo, muy sexy. Hermosas piernas macizas, sin medias y sin una gota de celulitis. Botas mitad de pierna de cuero negro y una camisa blanca entreabierta que adivinaba sin corpiño pero con un hermoso par de tetas (imaginaba operadas por el grado de rigidez que tenían) muy duras. Robusta pero sin llegar a ser gorda del todo. Mucha carne a la vista y muy firme sobre todo. A la altura de los ...
    ... pezones tenía dos bolsillos pero la tensión los había puestos muy duro y a pesar de no verlos se los adivinaba paraditos.
    
    Mientras llegaba él te, el embelesamiento era cada vez más invasivo. Hojeaba la carpeta como si fuese cualquier cosa, por excusa, no podía sacarle la vista de encima mientras la veía en la cocina sirviendo él te. Se inclinó en un momento para sacar hielo y la visión de sus piernas y su culo me calentó terriblemente. Ya no respondía de mí ser. Mi pija dura como un garrote, el ambiente, la luz tenue, solo cortada por una lámpara que enfocaba sobre la mesa para ver los papeles de los impuestos, y ese olor que invadía todo el ambiente. Por Dios, que situación tensa.
    
    Se sentó en una silla al lado mío y la visión del nacimiento de sus tetas no me permitía quitar mis ojos de ahí.
    
    - Probalo a ver qué te parece.
    
    Al primer trago, refrescante sentí una mezcla de sabores, entre dulces y ácidos. Pero a medida que iba bajando por mi garganta empecé a sentir una especie de calor interno, una calentura infernal.
    
    - Prendo un poquito el aire, esta pesado hoy.
    
    - Si dale.- le dije mirándola fijamente a sus ojos verdes casi felinos.
    
    Casualmente o no el aire estaba a medio metro del piso. Obviamente Mariana no se agacho, puso sus piernas duras y se inclinó sin flexionar sus rodillas exhibiéndome, obscena sus muslos y obviamente todo su culo. Por abajo de su short alcanzaba a ver asomar apenas una tanga roja, minúscula. No por descuido al vestirse de ella, ...