LOS LIBIDINOSOS Y EL CINE - Relatos Eróticos

LOS LIBIDINOSOS Y EL CINE

... abriendo sus piernas como alas de mariposa, aumentaba su placer.MM. Sus manos me hacían aletear, las piernas se cerraban y abrían presionando la mano, el ritmo de sus arremetidas y las paredes de mi vagina, que delectación gloriosa, que sensación de ser perforada…G.Volví a tocar con el índice, siguiendo la vulva hasta su ano y presioné en la entrada, ella se estremeció, descontrolada,..MM. Mi esfínter se estremeció al paso de sus dedos, MMMMMMMMM eso macho eso, estoy en un armónium continuo…G. Con el pulgar frotaba el clítoris, disfrutando al saber que la estaba llevando al límite,MM. mmmmmmmmmmmmm siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii Hay mi macho gózame, dame todo Ahyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy lloriqueaba y me babeaba.G. pero sin darla tregua introduje mi dedo corazón en la vagina y comencé a follarla mientras miraba su cara, ella me suplicaba con la mirada, deseando quizás que parara o quizás que siguiera, supuse que ella no deseaba que me detuviera, de modo que continué con mejor ritmo, acelerando las acometidas en su sexo y ahora con fuerza directamente sobre el clítoris, para escucharla gemir.MM. Piedadddddddd me muero, eso, cógeme macho, cómeme, sentía ese dedo en el alma, no podíaaguantarme,iba a gritar y todo el cine se iba enterar de que me estaban cogiendo, me iba a tener que comer todas las vergas… no por favor, suficiente, macho para por favor… MmmmmmmmmmmmG. Los gemidos apenas susurrados, eran pedidos elocuentes de parar, los cuales yo ignoraba. Ella se reclinó más al ...

... borde de la butaca y levantó las caderas facilitando la entrada de mis dedos, creo que estaba cumpliendo sus deseos.MM. Pero no podía parar de agitarme como una hoja en la tormenta, esoooooooo, me haces acabar divino, me haces acabar…G. Ella acompasaba mis entradas con suaves movimientos de cadera, hasta que le introduje otro dedo en el ano. El murmullo de placer confirmó que yo había dado en la diana, me esforcé en mantener el ritmo y penetrarla al tiempo por ambas entradas, ella se sostenía con los brazos y su cuerpo temblaba, en un frenesí incontrolado al filo de la butaca guardando el equilibrio precariamente, mientras yo seguía dando cuenta de sus orificios y ella parecía flotar.MM. De pronto un dedo penetró en mi culo que se abrió como una flor, Entré en el delirio donde la realidad se esfuma y solo estas tu con tu placer y el macho y la hembra son uno solo, alquimia del placer… MmmmmmmmmmmmG. De pronto el placer fue demasiado, ella me pidió parar, dudé un instante pero decidí seguir, ella inclinó la cabeza hacia mi y me abrazó mirándome a los ojos suplicante para que parara, yo continúe.MM. Basta por piedad, grito, mira que grito - le susurraba,- mmmmm estoy toda abierta, entregada y sumisa, esclava del deseo de mi macho, hecha para complacerlo y gozar, su placer y el mío.G. Ella se dejó caer, desmadejada, presa de temblores que surcaban su cuerpo de un lado al otro, sin poder calmarse, retorciéndose sobre el asiento, respirando agitada entre suspiros.MM. Un espasmo ...