1. Mi linda hermana


    Fecha: 04/09/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi linda hermanita.
    
    ¿Lo habrá disfrutado ella también?
    
    Esto habrá sucedido hace año y medio. En aquel entonces ella tendría 18 años de edad, desde ese entonces es una chica de muy buen ver, blanca, relativamente alta, de pelo castaño claro, de muy bonita cara y de un cuerpo delgado muy bien formado; pero que yo no me había fijado lo que tengo en casa por hermana.
    
    En cuanto a mí por esas fechas tendría 21 años, soy blanco y de complexión atlética por el trabajo en el campo que realizo en los tiempos libres de mis actividades escolares. La relación con mi hermana que le llamamos Maleni de cariño era muy buena por aquellas fechas y compartíamos la misma habitación, en camas separadas para dormir.
    
    Fué una noche cuando comenzé a ver a mi hermana con otros ojos, al salir de bañarse y en esa ocasión recuerdo que yo entré a la habitación por accidente no se por que cosa, y fue cuando la ví de espaldas, con una playera ligera puesta y una tanga, en el momento de vestirse con un jeans. Logré ver su muy bien formado trasero con unas piernas bien torneadas, blancas. Yo inmediatamente me retire de ahí, pero sin olvidarme de lo que había visto.
    
    Unas semanas después, durante la noche estabamos platicando Maleni y yo de no se que cosas, creo que estabamos platicando de lo buena que había estado la película de ¿Conoces a Joe Black? o algo así, cuando comenzé a acariciarle el pelo, cosa a lo que ella estaba acostumbrada durante las noches antes de dormirnos, puesto que ...
    ... nuestras camas estaban muy próximas. Así que comenzé a acariciar su pelo e inmediatamente pasé a acariciarle detrás de las orejas y el cuello, dandolé un suave masaje con mis dedos.
    
    Así me la pasé media hora hasta que vi que los ojos de mi hermanita estaban cerrados y así como si nada comenzé a estirarle suavemente el tirante de su bra, entonces fué cuando sentí la mano de ella y me guío hasta su cuello, por debajo de las sábanas. Entonces comenzé a deslizar mi mano por arriba de su playera, pasandola por entre sus pechos, notando la respiración un poco acelerada de ella y llegando a su abdomen, que note plano y muy suave y comenzé a acariciarselo, pasando por su lindo ombliguito y llegando casi hasta donde sentí unos finos y suaves vellos púbicos, comenzé a juguetear con ellos, a estirarselos suavemente, a enrredárselos; hasta que sentí que ella me tomó la mano y la dirigió hasta la parte alta del abdomen, casi hasta sus pechos, yo noté el principio de sus pechos y comenzé a subirle suavemente el bra, tomandolo por el medio, hasta el momento que lo sentí flojo. Entonces fué cuando sentí la deliciosa forma de sus pechos, que alcanzaba a cubrir con mi mano, muy firmes y suaves.
    
    Y sentí sus pezones, suaves, firmes y erectos, comenzé a acariciarselos y pellizcarselos con la punta de mis dedos, primero uno y luego al otro, sientiendo al mismo tiempo los suspiros entrecortados de mi hermana. Fue entonces cuando ella se despojó de las sábanas que tenía encima de ella y la ví ...
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