Hermano Hermana
Fecha: 07/09/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos
... que el deseara. Él estaba dispuesto, lo sé porque sentí el contacto de su verga entre las mejillas de mis nalgas. Se endurecieron mis pezones y sentí mi panocha muy mojada. Sentí la necesidad de corresponder a su abrazo y cuándo estuve de cara a él, le besé. No fue un beso del hermano a la hermana. Fue un ardiente beso de mujer excitada. Bernardo debía estar excitado también. Entonces ambos buscamos nuestras bocas y las unimos en un tierno y delirante beso. Prolongamos esa caricia no sé cuánto tiempo. Mis tiesos pezones chocaban contra su pecho desnudo. Mis manos posadas detrás de su cabeza impidiendo romper la sensación que me estaba embriagando. Mi lengua resbalaba entre sus labios, debajo en mi cuerpo mi panocha fluía como un rio desbordado. Y su verga empujando con fortaleza entre mis piernas. Yo también comencé a empujar mis caderas y gemí en anticipado deleite sexual.
No sé qué seria, pero rompí el contacto de forma brusca.
---no perdón, creo que no puedo---
---oh no Di. Perdón, yo soy el apenado. Perdí el control y creo que llegué demasiado lejos. --- Bernardo se puso rojo, pero no podía ocultar su excitación, su estirada verga sobresalía desafiante al frente de su pijama. Un tanto balbuceante agregó ---comeré después de tomar un brandy, ¿tomaras un trago conmigo Di? no deseo tomar solo. --- tratando de disipar el momento le sonreí y le dije; --- no bebo a menudo, no me gusta en realidad, pero si me serviré una copa para acompañarte. --- ---la bebida me hace ...
... sentir tranquilo y hasta un poco pícaro, pero será solo para ti. --- eres demasiado pícaro para tu hermana, dejaste mis pezones duros y mi chochito humedecido. Le mostré la mancha que se destacaba al frente de mi pijama. --- ¿por eso tienes la cara enrojecida? --- ---supongo. --- termine mi copa y Bernardo me sirvió otra. Acepté la bebida y después comimos en silencio. Bernardo debía seguir pensando en el beso y nuestros cuerpos frotándose. Porque cuando se puso de pie, su verga permanecía erecta, se notaba tan potente como cuando apremiante intentaba alojarse en mi hueco. Al terminar lavamos los platos, él se ofreció lavarlos y yo los sequé, y enseguida los alcé. Luego pasamos a la sala a ver televisión. Parecía una trampa. Veíamos una película inglesa, estaba interesante llena de acción, pero las escenas fuertes no tardaron en aparecer. Bernardo se había sentado un poco separado de mí, la pareja en el film hacia el amor de manera muy explícita más parecía una película porno. Me acerqué a Bernardo y me acurruqué. ---Diana, tu cercanía está despertando mi deseo y temo perder el control. --- --- ¿te disgusta que este cerca de ti? --- ----si no te apetecen mis caricias tu no deberías hacer eso. Viste y sentiste lo que sucedió cuando nos besamos, no debes jugar con fuego. --- una copa me aturdía, y ya llevaba tres. No estaba borracha, pero si desinhibida. --- ¿y quién te dijo que no me apetecen tus caricias? Me apetecen. Y plenamente me sentí entre las llamas del infierno. ¿Y a ...