1. Compañera de trabajo (VI)


    Fecha: 08/09/2020, Categorías: Incesto Autor: bimont, Fuente: CuentoRelatos

    ... permiso.
    
    -Disculpe, mi ama.
    
    Le ordené que se colocara sobre la cama boca arriba, mientras de un cajón de la cómoda saqué unas cintas, le hice flexionar las piernas con las rodillas hacia sus pechos y le até las muñecas a cada uno de los tobillos, luego tiré de las cintas sobrantes de los tobillos y las até a los lados de la cama haciendo que sus piernas se abrieran, le coloqué unos cojines bajo su cadera, de esta manera quedaban expuestas totalmente sus partes íntimas, entre sus generosos muslos y la contundencia de sus nalgas el perímetro de su ano, su velludo pubis cubriendo su coño, tan ofrecidas que excitaban con solo mirarlas. Paseé mis dedos por su coño acariciándolo, sus labios vaginales empezaban a hincharse, apareció excitado su particular clítoris, se lo acaricié mientras un dedo entraba en su coño que volvía a estar mojado, introduje un segundo dedo, de golpe los saqué empapados en sus jugos y se los ofrecí, chupó sus dedos con pasión.
    
    -Te gusta ¡eh, perrita!
    
    -Sí, me gusta.
    
    Me subí a la cama, sentándome prácticamente en su cara. Seguidamente abriéndome las nalgas con las dos manos le ordené: -Cómeme el culo perra -. Sacó la lengua y posándola entre las nalgas empezó a lamerme el agujerito que palpitaba de placer con las lamidas. Mientras movía las nalgas en su cara, por un momento su lengua entró completamente dentro de mi culo. -Venga follamelo.
    
    -Te gusta follar mi culo.
    
    -Si, si...
    
    -Pues dímelo perra
    
    -Ama, me gusta tu culo y follartelo ...
    ... con la lengua.
    
    Aceleró el ritmo de sus lamidas y yo me metí dos dedos hasta el fondo de mi chorreante coño. Me levanté y girándome, puse mi depilado coño literalmente en su boca y le ordené: -Cómeme el coño perra, me has puesto muy cachonda -Obedientemente sacó de nuevo su lengua y la movía como una loca, notaba mis labios vaginales hinchados de deseo, finalmente hizo que me corriera en su cara, mientras yo aprisionaba con los dedos sus pezones y tiraba de ellos.
    
    Me retiré de la habitación, fui al salón permanecí un buen rato mientras tomaba un sorbo de vino. Entré de nuevo en el dormitorio. -¡Oh, Elsa, te ves increíble! ¡Estás tan sexy!
    
    Al oírme abrió los ojos -¿Qué es eso? -Preguntó alterada. Estaba deslizando un dedo entre sus nalgas mientras untaba con un lubricante la entrada de su culo, el dedo empezó a moverse en círculos.
    
    -No, por favor... No deberías aprovecharte así de mí.
    
    -¿Acaso lo tendrás virgen?
    
    -Si... sería la primera vez y, tengo miedo al dolor que puedas hacerme.
    
    -Elsa, hay dolores que producen placer y, el que pueda producirte será menor del que puedas soportar.
    
    En su postura no podía prácticamente moverse. Unté bien el dedo que entró despacio y entero en su culo, empecé a moverlo en círculos, respondió con un gemido, notaba como el esfínter se dilataba y pronto un segundo dedo entró y empezó a explorar el interior de su ano. Elsa empezaba a inquietarse, sus gemidos y quejas aumentaban.
    
    Me retiré y del cajón saqué una mordaza con ...