Vacaciones con mama
Fecha: 09/09/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... agradable y yo me fui a los pies de su cama sentándome allí para seguir hablando. Esto era algo común en Bs.As., lo que no era común es que nuevamente entre sus abiertas piernas podía ver sus pelitos saliendo del costado de su ahora blanca tanga.
Tal como en la mañana mi miembro se puso nuevamente duro marcando un bulto demasiado grande adelante.
Mamá se dio cuenta y no dijo nada, simplemente cerró sus piernas y el espectáculo concluyó.
Finalizó la conversación, cosa que yo agradecí ya que de continuar iba a terminar mal.
Nos levantamos cerca de las 18 hs. y salimos a caminar hasta la hora de la cena.
Volvimos al hotel para ducharnos y cambiarnos y así dar inicio a nuestro programa nocturno.
Luego de la cena, la que realizamos con agua y gaseosa por la experiencia de la noche anterior, nos fuimos a una confitería donde pasaban música más de la época de mamá.
El ambiente era de alegría, había un conjunto musical que tocaba temas de los más diversos ritmos, la gente salía a bailar con alegría.
Invité a mamá con un tema de salsa que tanto le gusta, no dudó ni un segundo y rápidamente estábamos en medio de la pista. Siguieron dos temas más dentro del ritmo para luego pasar a un tema melódico. Le ofrecí volver a la mesa pero ella dijo que la estaba pasando muy bien y quería seguir bailando con su hombre.
La abracé y comenzamos a bailar.
El tema y mi falta de experiencia en estos tipos de melodías hizo que me pegara al cuerpo de mamá, su contacto y ...
... el perfume de su piel me produjo una erección que no podía evitar ni disimular. Mi miembro estaba calzado a la altura de su vientre y ella no podía dejar de sentirlo. A mí me daba vergüenza, era mi madre y yo me estaba calentando, tenía miedo de su reacción.
Ella hizo como que nada pasaba, se mantuvo en la misma posición hasta el final del tema. Cuando este terminó le dije nuevamente de volver a la mesa y ella nuevamente dijo que no, que lo estaba pasando de maravillas y no quería sentarse.
Rogué por un tema más movido, pero el hombre propone y Dios dispone, el tema fue aun más melódico. Yo no aguantaba más, mi madre se dio cuenta y al oído me preguntó que pasaba.
No sé que excusa tonta le di.
Ella me contestó: vamos que te estoy sintiendo.
Mamá yo no soy de fierro y vos sos una mujer.
Gabriel soy tu madre.
Ya sé que eres mi madre y yo tu hijo pero soy un hombre y vos una mujer.
Te propongo algo, vamos a sentarnos y tranquilizarnos.
Eso es lo que yo quería.
Entonces vamos
Nos sentamos y ella con habilidad me cambió de tema y me distrajo.
No volvimos a salir a bailar.
Cuando salimos de la confitería fue ella la que sacó el tema.
Gabriel hoy noté que te pusiste alterado mientras charlábamos en la habitación, esta mañana amaneciste en un estado similar y ahora nuevamente, que es lo que te está pasando.
Mamá no sé lo que me pasa, perdóname lo que te voy a decir, hasta hace dos días vos eras mi madre, pero después de verte tirada en la ...