1. Todo es tuyo cuñada, todo, todo


    Fecha: 11/10/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Atrevido, Fuente: CuentoRelatos

    Soy Juan, el tercero de una familia de varones, vivimos en la ciudad de Puebla, México, mi hermano mayor es Pedro quien se casó hace como 3 meses con una señorita muy guapa y también muy caliente, desde que andaba de novio con ella, le dije que yo la había visto en situaciones no muy adecuadas para su conducta, pero él me dijo que sólo hablaban de ella por lo buena que estaba y que le era muy fiel a él.
    
    No me hizo caso y finalmente se casó, la boda estuvo alegre y muy concurrida por los amigos de ambas familias, salieron de luna de miel por la ruta maya y otros lugares de playa en el pacífico mexicano, regresaron y se instalaron en un departamento que ya desde antes había comprado mi hermano, muy cerca de nuestra casa.
    
    Al fin mi cuñada, nos frecuentamos mucho, ella muy coqueta a sabiendas de que yo estaba enterado de sus aventuras antes de la boda, no cambió para nada, casi siguió igual y sucedió que una tarde que pasé por su departamento con la intención de hablar con mi hermano, para un préstamo por que me faltaba dinero para un negocio, la encontré a ella arreglándose para salir.
    
    —Hola Ailyn… cómo estás?... se encuentra mi hermano?
    
    —No… hoy por la mañana salió hacia San Luis Potosí, tiene una reunión con sus proveedores, dijo que regresaría en dos días, o sea para el jueves… pero pasa, no te quedes parado en la puerta.
    
    —Bueno, sí… pero si no está él y como veo que estas terminando de arreglarte, a lo mejor soy inoportuno.
    
    —No que vá!!! Tú siempre eres ...
    ... muy bienvenido a la hora que vengas, por algo eres mi cuñado consentido, siéntate… si ciertamente iba a salir, pero ya no… quieres tomar un refresco o mejor si quieres un trago… con este calor que está haciendo…
    
    —Gracias cuñada, pero ya me incomodé contigo, te eché a perder tu salida y mejor me voy, ya regresaré cuando esté mi hermano…
    
    —No… no te vayas… mira te invito un trago, yo estoy un poco acalorada y me pensaba tomar un jaibol antes de salir… de qué te lo preparo?
    
    —Igual que el tuyo, para no dar más molestias…
    
    Muy solícita me sirvió el jaibol, y se sentó en el mismo sofá donde estaba yo, empezamos a platicar de muchas cosas y después del primer jaibol, el segundo, siguió la plática y luego el tercer jaibol, de todo platicamos, hasta se nos olvidó mi hermano y que estábamos en su departamento.
    
    —Oye cuñada —le pregunté— y ya encargaron a mi sobrino?
    
    —Pues en esas andamos cuñado, cualquier día de estos nos aceptan el pedido, porque tu hermano es medio flojo para eso de encargar, tengo que andarlo correteando y nomás un ratito y se le olvida o se le acaban las ganas, pero sí estamos puestos para encargar, aunque yo no quiero muy bien… hay que disfrutar la vida y el cuerpo cuñado, porque luego con los hijos se acaba todo… diciendo esto se levantó y fue por el cuarto jaibol.
    
    —Tienes razón Ailyn, hay que vivir la vida por que se acaba.
    
    —Toma cuñado, vamos a brindar por el gusto de que estés visitándome.
    
    Y diciendo esto se me acercó con el pretexto del ...
«1234...»