1. Todo es tuyo cuñada, todo, todo


    Fecha: 11/10/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Atrevido, Fuente: CuentoRelatos

    ... brindis, nos tomamos el trago y colocando su vaso sobre la mesa de centro, se paró a un lado de mí, levantándose la falda de su vestido, me mostró sus suculentas nalgas, no traía nada debajo y su apetitosa vagina apareció ante mi vista.
    
    —Te gusto cuñado? se te antoja? o eres igual de frío que tu hermano.
    
    Ante esta insinuación tan evidente, no me quedó más que pararme atrás de ella, tomarla por la cintura rodeándola y pegándome a su cuello la empecé a besar, sentí como se estremeció con mis caricias, mis manos se fueron directo a su entrepierna para buscar su depilada vagina.
    
    Empezó a suspirar y a retorcerse en mis brazos, seguí pegado a su cuello, pasándole la lengua por toda su piel, ella se quiso zafar de mis brazos, pero más la aprisioné hacia mí y le empecé a susurrar en su oído:
    
    — Cuñada, estas buenísima… tienes una vagina sensacional, te la he visto y me ha dejado con mi sexo paralizado… he estado esperando este momento y ahora que te tengo, soy capaz de violarte…
    
    —No cuñado, no lo hagas… soy la esposa de tu hermano… no lo hagas por favor…
    
    Aunque su voz parecía sincera, de antemano sabía que estaba fingiendo, puesto que en lugar de separarse de mí, más se pegaba a mi cuerpo.
    
    Lentamente le fui levantando el vestido, para poco a poco ir desnudándola, su vestido, lo único que traía puesto cayó al piso y la tuve completamente desnuda, de espaldas a mí, le acaricie toda su piel, haciéndola retorcerse de placer, le di la vuelta y ante mis ojos quedó tal ...
    ... como vino al mundo pero ya con sus 25 años encima, tomé con mis manos sus pechos, los acaricie suavemente, consiguiendo que sus pezones se endurecieran con mis caricias, su vagina protegida por unos abultados labios, me incitaron a la lujuria, empecé a besar sus pechos y a acariciar sus nalgas, ella se volvió a estremecer por efecto de las caricias, me fui bajando muy lentamente hacia su sexo, adelantando mis manos y mis dedos para ir suavizando sus reacciones, la sentí humedecida, bastante húmeda y casi podía sentir sus contracciones.
    
    Al llegar mi boca a su obligo, me detuve y empecé a jugar con mi lengua dentro de ese pequeño orificio, mis dedos se introdujeron en su vagina y un ahogado sollozo salió de su garganta, largo y gutural, tensionando sus hermosas piernas y todo su cuerpo arqueándose hacia atrás voluptuosamente.
    
    La recosté sobre el sofá, ella adivinando mis intenciones, abrió sus piernas y me ofreció su deliciosa y enorme vagina completamente afeitada, que al contacto con mi lengua palpitó ansiosamente.
    
    —Juan, mámame… mámame la vagina… quiero sentir tu lengua que penetra por mis labios, tómame y hazme enloquecer de pasión…
    
    Ella con un movimiento pélvico abrió completamente esa hermosa flor vaginal, mi lengua recorrió suavemente esa delicada piel interna de su vagina, lamiendo con lujuria y sorbiendo los líquidos que empezaron a fluir incontrolables… Presionando con la lengua sus paredes, la hice que se retorciera de placer.
    
    —Más… más fuerte Juan, me ...
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