1. Mi primera vez mojándole toda la cara.


    Fecha: 11/09/2020, Categorías: Confesiones Autor: loca_ordinaria, Fuente: RelatosEróticos

    ... desde aquí te veo- y yo no entendía a qué se refería, abrí la puerta de uno de los inodoros y el dijo - no cierres, quiero ver-. Me sonrojé, ahora entendía lo que quería de mi y yo no podía dejar de pensar en el acuerdo de hacer lo que pidiera. Era la primera vez que meaba con alguien mirando (sí, la primera).
    
    Sobre el wc abrí las piernas y comencé a subirme el vestido, lo miraba fijamente y el veía con deseo cada uno de mis movimientos, cuando tuve el vestido en la cintura me ordenó que me quitara los calzones, los bajé por mis piernas y los dejé caer, entonces el se acercó para tomarlos, lo tenía muy cerca de mi, agachado, deseé tanto que me hiciera sexo oral (es muy bueno haciéndolo), pero sólo segui las órdenes. Se alejó un poco sin levantarse del todo y dijo: antes de mear, quiero que te toques. Flexioné un poco las piernas y comencé a acariciarme, -acaríciate la concha- dijo, así que fuí a la concha y con los dedos me acariciaba, me abría los labios y deslizaba uno a la vez en mi raja húmeda. Sentía los pezones estallar y supe que estaba caliente, me descubrí una teta, colgando sobre el vestido y el sostén, con el pezón duro, lo apreté con mis dedos húmedos de mis líquidos y se me escapó un gemido leve. Lo miré y él sonreía. Regresé a mi concha, acaricié mi clítoris que comenzaba a endurecerse y a notarse más, con el resto de mis dedos recorrí los labios y los hundí buscando penetrarme. Lo logré con facilidad, mi carne caliente, húmeda y dos dedos hundidos en ella, ...
    ... mis dedos, los empujé con fuerza y me recorrió la espalda una descarga que me erizó la piel. Me descubrí empinada, dedeándome, el mirando de cerca y a detalle. Uno de mis dedos tocaba mi culo mientras me metía dos y luego tres con fuerza. Tenía los ojos cerrados y estaba disfrutando de mi, de mi humedad y mi concha caliente, de saberlo mirándome. Sentí un dedo y me asusté, abrí los ojos de inmediato y lo descubrí muy cerca. No pudo evitar desear participar del festín de jugos que salían de mi raja. -No dejes de dedearte- dijo, uno de sus dedos frotaba mi clítoris cada vez más fuerte, buscando acompasarse con mis dedos. Comencé a gemir, mi espalda se arqueaba, sentí el empujón de un dedo suyo dentro de mi, junto a mis dedos inmóviles, comenzó a empujar buscando el orgasmo, mi concha apretaba los cuatro dedos, estaba tan abierta, tan empinada, era tan rico, sentí un dedo húmedo en mi clítoris de nuevo, quizá se lo chupó antes de acariciarme, los dedos se acompasaron de manera rápida, estaba a reventar, abrí los ojos para decirle y noté su verga dura intentando salir del pantalón, le pedí que la liberara.
    
    Dejó mi clítoris y se abrió como pudo el pantalón con una mano, su verga saltó hacia afuera. No dejaba de penetrarme con el dedo, que empujaban de manera inevitable mis dedos hacia adentro y fuera de mi coño mojado, me empiné para intentar chupársela y me dijo no. Regresó su mano a mi clítoris y siguió sobando, ya con los ojos abiertos sólo veía su verga moverse al compás de ...