Mi primera vez mojándole toda la cara.
Fecha: 11/09/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: loca_ordinaria, Fuente: RelatosEróticos
... mi cuerpo abierto, empinado, caliente, de mi concha chorreando entre dedos y la necesidad urgente de venirme, de no poder más. Comencé a gemir muy fuerte, pedía más, creo que hasta le pedí que me penetrara pero no encontré respuesta. Múltiples descargas que iniciaron entre mis piernas recorrían mi cuerpo hacia arriba, sentía que ya no podía mover más los dedos, sentí que comenzaba a chorrear, el empujaba cada vez más el dedo, y ante la incompetencia de los míos que salieron del juego, me metió otros tres suyos y con el dedo gordito me frotaba el clítoris. Entre arcadas de mi espalda comencé a gritar, ¡Me vengo! En ese momento el se acercó a mi, acercó su cara a mi concha chorreando y de un empujón de dedos recibió en la cara todos mis jugos y la pipí que salía de mi en un chorro que me pareció interminable. Sentí tantas cosas, la cara caliente, no sé si de verguenza o placer, quería ver cómo estaba pero no podía incorporarme entre oleadas de placer y las piernas que me temblaban. Logré abrir los ojos y lo miré todo mojado, relamiéndose como gato, cada gota de mis jugos y la pipí derramada sobre él. Se acercó a mi concha y la lamió. Parecía disfrutarlo tanto, no dejaba de lamer buscando acabar con todo lo que había salido de mi, las lamidas me tenían muy caliente, gemía quedito de nuevo, entreabrí los ojos y pude ver su verga chorreando, no había terminado pero chorreaba. Me dio vuelta y me empinó, pensé para mi -por fin me la meterá- pero no fue así, lo que buscaba ...
... teniéndome abierta era no dejar rastro alguno de mis jugos. Chupaba, lamía y empujaba su lengua dentro mío, me lamió también el culo donde había chorreado. Después de terminar me dió una nalgada leve. Lo miré, mascullé -cógeme- y moví las nalgas y el sonriente dijo -te la meto si te vienes en mi boca y te meas encíma mío y dejás que me lo acabe todo- No sabía que decir, estaba muy caliente, mi concha estaba reseca de tantas lamidas y adolorida de la dedeada. Un dedo suyo recorrió mi raja hasta mi culo como supervisando que nada había quedado. -Y entonces?- preguntó. En ese momento un espasmo quizá escondido, recorrió mi espalda desde las nalgas y arqueé la espalda y entre ello comencé a chorrear, me meaba así, empinada, abierta para el, sin quererlo, cortando el chorro, aprentando, -madre mía, que rico- dijo y puso la cara entre mis piernas y lamió y no pude contenerme más, me dejé ir, me pareció la meada más larga de mi vida, la cual se cortaba a lamidas torpes, golpes de su nariz en mi carne, lo empecé a disfrutar y no quería que terminara. El lo quería todo, -no pares- dijo, e hice un esfuerzo enorme por terminar de mear con chisguetes sobre su cara. Gemí largo y profundo y el lamió hasta terminar. Al final me besó el coño y dijo, -fue mejor de lo que esperaba, tu lo disfrutaste?- Yo me reí pues no sabía que decir. Lo disfruté, fue mi primera vez y fue de-li-cio-so! Aunque debo confesar que me quedé con las ganas de que me clavara esa deliciosa verga que tiene.
-Es mi primer ...