Mi tia hizo de mi una travest. La adoro II - Relatos Eróticos

Mi tia hizo de mi una travest. La adoro II

... corriente eléctrica que nació desde mis rosados botoncitos y no obstante que antes tanto mi tia como mi nana me enjabonaban asi profusamente; era la primera vez que mi cuerpito de niño (a) reaccionaba de esa manera. Mkis pezones crecieron y se pusieron duritos al tacto. Acto seguido, procedió a enjabonarme la espaldita, dejando que un rio de espuma corriese por mis paradas y turgentes nalguitas, para resbalar después sobre mi anito, el que palpitaba sin entender yo el por que y se sumaba al placer que ya me provocaba el jabón soble mis pezones. Este tipo me dijo que separara las piernitas para lavarme bien el "popin". Habiendo yo separado mis piernitas, el se echo aun mas jabon líquido en su mano y procedió a acariciarme suavemente el exterior de mi delicado anito. Pasaba del dedo cordial, el que resbalaba hacia adelante entre mis bolitas al dedo pulgar, el que presionaba contra mi huequito. Allí sentía como presionaba suavemente la yema de su dedo gordo mientras además lo hacía rotar provocandome oleadas de ignorado placer. Me asustaba un poco sentir las cosas que debutaban contra mi piel. No sabía como responder a ellas pero, inconcientemente sabía que todas esas novedosas y placenteras experiencias me estaban abriendo un nuevo mundo de desconocidos placeres. En un momento mientras su dedo gordo giraba sobre mi virgen anito, lo presionó suavemente contra las paredes exteriores y mi ano se abrio intempestivamente y dejó entrar al intruso sin haber mediado aviso alguno, yo ...

... creo hasta la primera falange. Fue como un corrientazo que nació desde lo mas profundo de mi recto, pasó por entre mis suaves y lampiñas bolitas, recorrió por dentro mi cuerpito e hizo que mis pezones se endureciesen aun mas. De alli pasó a mi cuello y nuca y me reventó en los mas profundo de mi infantil cerebro haciendome sentir como llamaradas que me ahogaban y hacian que inconcientemente me retorciese de placer. Cai de rodillas mientras cerraba mis muslitos, nalgas y anito para capturar al intruso dedo que me había provocado mi primer orgasmo el que, para suerte mia había nacido en mi recto y de alli se había esparcido por todo mi cuerpito. Jadeaba sin entender lo que me estaba pasando y sintiendo que el aire me faltaba y que el que lograba entrar a duras penas a mis pulmones, me quemaba completamente por dentro. Este tipo siguió haciendo girar suavemente su dedo pulgar dentro de mi fragil cuerpito, provocándome oleadas de placer, las que se fueron apagando poco a poco, hasta dejarme en un estado completamente laxo y absolutamente entregado. Me levanto suavemente y retiró poco a poco su dedo desde mis interiores, lo que me causó una extraña y desconocida sensación de vacío. Yo estaba con mi cerebrito totalmente en blanco y mi sentidos completamente embotados. Solo sabía que quería, es mas necesitaba volver a sentir esa fuerza desconocida que había nacido desde lo mas profundo de mi cuerpo. En esas circunstancias, el me pidio que separala las piernitas y me apoyara contra los ...