Mi tia hizo de mi una travest. La adoro II - Relatos Eróticos

Mi tia hizo de mi una travest. La adoro II

... azulejos del baño, para revisar mi anito. Inocente creatura yo, lo deje hacer eso sin saber que me esperaba. Mientras me tenia asi como cuando los policías revisan a sospechosos, abrio mis nalgas y sin decir agua va, metio su lengua hasta donde podía volviendo a abrir mi delicado y palpitante anito. Vuelta a hacerme algo parecido a lo que me hizo con sus dedos pero esta vez era su lengua la que me taladraba. La hacía girar, la metía como un estilete de carne, la aplanaba para abarcar la mayor superficie de roce posible. Fruncía los labios y chupaba como si me tratase de sacar el alma por el ano para, nuevamente volver a poner la lengua durita y perforar nuevamente mi virginidad; lo que trajo como obvio resultado que, yo sintiese un nuevo orgasmo anal, esta vez mas intenso y mas prolongado que el anterior. Mis sienes latían y mi sangre hervía dentro de mi infantil cuerpito. Supe inconcientemente que esos eran pasos que necesariamente debía pasar para ser una verdadera mujercita. Que feliz me sentí. No hallaba las horas que regresase tía para contarle con lujo de detalles las cosas que había vivido y sentido esa mañana. Quería ser una nenita que le confidenciara y cuchicheara muchos secrtetos ya de nenita Extraordinariamente mi penecito, el que se ponía durito al rpimer roce de la suave piel de mi tía, esta vez había permanecido casi en reposo y de las deliciosas sensaciones, ninguna había pasado por esa parte de mi cuerpito cpomo diciendome que era un apendice casi inutil y ...

... que para ser feliz en el futuro, tendría poco o casi nada de uso. No asi la barra de carne del amante de mi tía la que si bien no había tenido mayor uso hasta alli, necesariamente yo debía aprender a tratarla y domesticarla. Note que era venosa y que su cabeza amoratada brillaba con la luz del baño y que el jabon que la cubría, hacía que se viese como un portentoso juguete con el que debía apender a controlar y combatir. El me hizo poner mi mano sobre el nervudo animal y rodeando mis dedos con los suyos, comenzó un suave y cadencioso sube y baja que hizo que este tipo cerrase sus ojos, se mordiese los labios y comenzase a suspirar y a gemir como un oso herido. Eso duró apenas un momento cuando comenzó a convulsionar y a proferir intensos alaridos y desde su pene, tal y como un tumultoso manantial, el semen comenzó a brotar a borbotones. Que imagen mas erótica. Un chico afeminadito como yo masturbando al amante de mi tia, haciéndolo lanzar a los cuatro vientos, chorro tras chorro de blanquecino, grumoso y oloroso semen. 5, 6, 7 chorros y aun el torrente de semen no paraba. salpicaba por todos lados del baño y mi cuerpito y yo inconcientemente sabía que debía aprovechar para jugar con esa gruesa leche y que con llo haría gozar aun mas al macho con que me tocase en suerte estar. Sin que nadie me lo dijera, sin que nadie me lo hubiese enseñado antes y por solo instinto; rodié el glande con mis labios y prendiendome a su pene, procedí a chuparlo tal y como el momentos antes había ...