1. Rubelo


    Fecha: 26/06/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos

    ... noción del tiempo. Rubelo, ay, Rubelo.
    
    Me ha invitado a desayunar en un café cercano al apartamento donde se aloja en un edificio altísimo. Luego hemos subido. Me ha parecido muy confortable su nidito: temperatura ideal, estanterías llenas de cedes y aparatos reproductores de música, paredes y suelo enmoquetados. Usa un sofá cama para dormir, ya que las dimensiones del apartamento son tan exiguas que no tiene dormitorio. Rubén me ha ofrecido una silla para sentarme y se ha quedado de pie frente a mí, mirándome. Voy vestida de sport: zapatillas deportivas, pantalones vaqueros, jersey ancho, no sé en qué se fija tanto. Ahora se agacha y arrodilla entre mis rodillas. Espera. Alarga las manos para soltar la hebilla de mis pantalones; lo hace; tira de las perneras hacia él; estoy en bragas; mete sus dedos entre el elástico de las bragas y mi cintura, quiere dejar mi coño al aire; lo hace. Yo estoy excitadísima; agarro con mis manos su cabeza por detrás de la nuca y la empujo hacia mi calentura. Los vellos de mi pubis, ralos, parecen apartarse para que pasen sus labios: luego siento la humedad de su lengua en mi interior. He dado un fuerte gemido cuando la punta de su lengua, explorando, ha rozado mi clítoris. Creo que esa ha sido la señal que ha esperado Rubén, porque ahora sus lametones ...
    ... masajean mi pipita cada vez con más tino, hum, hum. "Ay, Rubén", suspiro "Ay, Rubén..., no pa-ah-ah, no pares, me gu-uh-ah, me gusta ta-ah, tanto" Yo tiro hacia mí de su cabeza, la quiero meter en mi coño. El orgasmo me viene. Tengo espasmos que recorren mi cuerpo: mi cabeza me parece que va a estallar, mis tetas están llenas de electricidad, mis piernas tiemblan. "¡Aaahh!", grito. Rubén afloja la presión, sorbe mi jugo almibarado: levanta la vista y me dice: "Sonia, te quiero."
    
    Después de comer algo de lo que había en su nevera, un par de pizzas y dos cervezas, hemos abierto el sofá cama y, desnudos, nos hemos acostado. He debido quedarme dormida al instante, con mi cabeza recostada en su pecho, pero sospecho que Rubén no, porque cuando me he incorporado, él seguía dormido, he visto un folio A-4 escrito a bolígrafo entre sus dedos. Lo he cogido. Lo estoy leyendo:
    
    "Esta tarde te quedarás
    
    en mi casa dormida.
    
    Soñolienta te cubrirás;
    
    tú eres la que se cuida.
    
    Peligros hay en cada esquina;
    
    gente perversa e insana,
    
    que dice no ser mezquina
    
    y usa tarifa plana.
    
    La sábana rosa,
    
    tan suave de flor,
    
    cálida se ha puesto,
    
    funde en piel hermosa:
    
    pliegues de candor.
    
    Late el corazón limpio y honesto.
    
    By Rubelo"
    
    "Vaya", estoy pensando, "un poeta es mi Rubelo." 
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