1. Las historias de Katy (II)


    Fecha: 27/09/2020, Categorías: Hetero Autor: eroticbox, Fuente: RelatosEróticos

    Llovía más fuerte, el silencio y la tranquilidad luchaban por hacerse hueco entre los golpes insaciables de las gotas de agua y el viento. Pero en casa Katy estaba caliente y a salvo, mordisqueando los últimos trozos del sandwich de jamón mientras ratón en mano realizaba búsquedas en Google. Había puesto intercambios de pareja, dominación sumisión, citas a ciegas, pero los resultados conducían a páginas que dejaban mucho que desear o que cobraban a la mínima que te registrabas. Katy putón estaba a su lado en pié con los codos en la mesa mirando intrigada toda aquella búsqueda mientras la Katy real la miraba con recelo vigilando que no le cogiera el ratón.
    
    La calma la apagó por completo y tras deshacerse de su lado lascivo decidió hacer una pausa y consultar algunos detalles sobre las páginas de su empresa. Administraba 10 tiendas online y una plataforma de publicidad junto con algunos compañeros de la facultad, y eso le permitía vivir, aunque le exigiera una gran dedicación. Las cifras estaban en su lugar y los clientes y pedidos también. -Ni siquiera con esto me entretengo- pensó. Y de repente tras un suspiro tubo una genial idea, la Deep Web.
    
    Un escalofrío ilegal le recorrió la espalda y Katy putón se sorprendió con ella. Estaba claro, si no encontraba nada que la llenase seguro que no estaba buscando en el lugar correcto, así que decidió rescatar de sus conocimientos toda la información acerca de la navegación privada, el uso de dominios Onio y el navegador Tor ...
    ... para acceder de forma anónima a las profundidades de internet. Se había excitado, pero no de forma lasciva sino de la forma que lo hace un niño cuando está a punto de hacer travesuras, en la deep web se puede encontrar de todo y eso incluía contenido ilegal por el que se podía meter en muchos apuros. Pero ella se quería divertir un rato, ¿que había de malo en ello?
    
    Se pasó dos horas configurando el acceso, habilitó un servidor de pruebas de las páginas web que le enmascaraba la IP de su casa para añadir algo de seguridad a la navegación, y cuando lo tubo todo listo se tumbó en la cama, se puso cómoda y empezó a navegar. La cama era grande, medía 2×2 metros y las sábanas de color rojo como el de las rosas eran suaves y cálidas. Instintivamente se quitó las bragas casi sin darse cuenta y sólo lo recordó cuando al meterse en la cama su perfecto trasero de color blanco se deslizó sin impedimentos provocándole una sensación de sorpresa en su desnudez.
    
    Tras unas horas de consultas errantes y sin sentido, encontró una página llamada “El club”. Las estética oscura y minimalista, de diseño caro centraba la atención en dos mujeres, una a cada lado de los formularios de acceso. Una rubia con un cuerpo espectacular, vestida de forma provocativa y elegante sostenía una serpiente larga y gruesa que le rodeaba todo el cuello hasta el suelo, la otra mujer morena y de cuerpo más espectacular aún si cabe, estaba de pié con una posición dominante y firme y a sus pies tenía un tigre blanco ...
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