Mi maestra de idiomas
Fecha: 30/09/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Fernán, Fuente: CuentoRelatos
Por mi trabajo tuve que aprender Inglés y lo básico de francés, pero no me fue tan fácil, el Inglés digamos que lo domine con facilidad, pero el francés me costó, básicamente por el acento.
Por esto, me puse a buscar y encontré a una maestra de enseñaba ese idioma y otros 2, me puse en contacto con ella, y quedamos en conocernos y ella me mostraría sus métodos, así que la invite a mi departamento, llegaría el viernes, en eso de las 3 pm.
Llegado el viernes, arregle mi departamento y espere a que llegase la maestra, y llego muy puntual, pero casi hace que me dé un infarto, creo que era la maestra más buena que conocí nunca, iba en un vestido blanco hasta las rodillas, tenía un escote que si bien no era muy vistoso, permitía la visión más exquisita de dos grandes tetas, yo me hubiese imaginado a una maestra común, no a un bombón como ese, tez morena clara, cabello castaño hasta media espalda, unas piernas torneadas, que resaltaban un culaso perfecto.
Después de haberme embobado por lo menos 2 minutos viéndola, me dijo:
—¿Me permites pasar?
—¡¡Claro, claro!! lo siento, pero no acostumbro a tener visitas tan apantallantes
Me miró, y soltó una risilla, la pase a mi sala y ahí nos pusimos a conversar sobre el "curso", tuve que invitarle una copa para poder refrescarme un poco y controlar mi erección que se estaba presentando, le ofrecí mi repertorio y decidió tomar whisky en las rocas, a lo que traje dos copas y serví.
Diría que nos acabamos una botella entre ...
... pláticas, y de vez en cuando bromas cachondas, hasta que el ruborizado de sus mejillas me dijo que estaba empezando a tener los efectos del alcohol.
Así que aproveche y decidí probar suerte, le pregunté acerca del costo del paquete, y de nuevo casi me da un infarto, pedía un anticipo de 1000 pesos para la suscripción, y a la quincena cobraba 1900 pavos, así que pensé, si está tan caro el curso, porque no tener el paquete completo:
—¡¡Vaya costos!! –Agregue– pero supongo que el precio lo vale.
—Por supuesto, es muy eficaz mi curso, vera que aprendes francés antes de lo que te imaginas.
—¿Y hay algún servicio VIP?
—¿Cómo que VIP? –Su cara de confusión era demasiado tierna–, no le entiendo.
—Nada nada olvídalo, disculpa
Parece que en el fondo me entendió, pues se acomoda en el asiento, cruzó las piernas y me miró a los ojos:
—Creo que será una larga estancia, será que tiene más whisky –me guiño un ojo y me ofreció su vaso–.
—Seguro.
Me levanté y traje otra botella, me senté junto a ella, y le serví, nos quedamos mirando, me acerque y la bese, sus labios suaves y húmedos me recibieron con ansia, nos besamos una y otra vez, tome su copa y junto con la mía la puse en la mesilla de café, con una mano sostenía su mejilla y con la otra recorría sus curvas, llegue a su espalda y baje el cierre de su vestido, se levantó y lo saco, !vaya hembra!, un brasier negro con estampado semitransparente, un cachetero de encaje, su piel canela era mi droga, me levanté y ...