Hanna Müller
Fecha: 01/10/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... más llevadero para las sufridas féminas berlinesas, ya que a los conquistadores, tal vez buscando relaciones más fluidas y, sobre todo sostenidas en el tiempo, les dio por elegir “novias” digamos fijas. Sí, elegir, pues eran ellos los que decidían qué “perra alemana fascista” querían “tirarse” más o menos a diario, a lo que la “elegida” nada tenía que oponer, pues no mostrarse sumisa a la par que contenta y agradecida a la “elección” suponía la muerte en el acto, y no sólo de ella, sino también de cuántos vivieran con ella, familia o amigos
Por otra parte, las “perras alemanas” pronto advirtieron que la “protección” tenía sus ventajas, pues casi podía decirse que se libraban, desde que se constituían en “protegidas”, del acoso de los “cazadores al ojeo”, con lo que pasaban a no tener que aguantar más que a uno; además, también estaban las ventajillas que los “protectores” solían otorgar a sus “protegidas” en forma de raciones alimenticias extra, y no solo a ellas, sino también a cuantas personas vivieran con ellas
La cruz de esta cara la presentaban los hombres, derrotados, impotentes ante los rusos. Maridos hubo que tuvieron que “tragar” con que su propia esposa durmiera, bajo su techo, con el “protector” que la “eligiera”; o padres que tenían que soportar que se “beneficiaran” a su propia hija en su propia casa. Pero como no hay mal que por bien no venga, pronto los varones alemanes apreciaron también los pragmáticos beneficios derivados de que los “protectores” se ...
... “beneficiaran” a esposas e hijas, con lo que, por finales, algo así como “tutti contenti”(1)
Por otra parte, la vida diaria en Berlín no era nada nada fácil, en una ciudad cuyos edificios, en casi el 50% estaban desperdigados por calles y plazas, convertidos en montañas de cascotes y escombros diseminados por acá y allá, sin descontar los propios solares donde antes se irguieran, en tanto que el otro 50% y pico presentaba, por lo normal, no muchas condiciones de habitabilidad, con paredes exteriores más agujereadas que un queso “gruyere”; incluso con lienzos enteros de pared desaparecidos. A eso se unía la total falta de agua corriente y electricidad, de modo que la iluminación normal era a base de velas y el agua había que ir a buscarla a fuentes y caños de la vía pública que todavía funcionaran, que no eran tantos, o al río Spree que atraviesa la ciudad. Lo de la electricidad tenía, además, lo negativo de la climatología que en aquél mes de Mayo se concitó, con lluvias a granel y más frío que otra cosa; en fin, lo ideal para carecer de calefacción que valga en casa.
Hanna no se libró de ambas sevicias sexuales, pues fue violada en más de una ocasión y en forma sucesiva por varios soldados soviéticos, borrachos, por lo general, como cubas; luego también fue “elegida” y “protegida” sucesivamente, primero por un sargento que pudo disfrutar de ella más bien poco, pues un buen día se le cruzó en el camino un oficial, un capitán exactamente, que al momento informó al sargento ...