Hermanos sin tabu cap 11
Fecha: 02/10/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues
... personas y comprendí porque a Estefy le gustaba que la vieran coger. La verga de Mauricio me llenaba toda la boca y con la lengua de papá haciendo estragos en mi clítoris me estaba sintiendo en las nubes. tío sacó su pene y me dio golpes con él por toda la cara. Después me lo restregó por todos lados, incluso por los oídos. Me sentía como una niña recibiendo su regalo de navidad, feliz y a la vez muy excitada. Papá se cansó de chuparme el coño. —Ponte en cuatro —me pidió y yo le obedecí. Me tumbé sin dejar de ver a las personas. Incluso les saludé con la mano. Papá se acomodó detrás de mí y embarró mi ano de saliva. Después sentí como dirigía su miembro hasta mi agujerito e irrumpía en él con evidente facilidad. Ya que el sexo anal era el paraíso para mí, lo practicaba muy seguido y por lo tanto ya no ofrecía la misma resistencia que antes, pero cuando el pene estaba en mi interior, yo apretaba los músculos y levantaba el trasero para atraparlo. Mi padre gimió cuando lo hice y luego deslizó la verga lentamente hasta sacarla. En seguida la volvió a meter de un empujón. —Me toca —dijo tío. Noté como intercambiaban lugares y cuando el grueso pene de Mauricio me penetró, el cambio fue instantáneo. Di un grito de placer y luego me reí. La saliva me caía por la comisura de la boca. Adelante dos mujeres también estaban de a perrito y sus maridos bombeaban dentro de ellas. Papá acercó su verga a mi boca. Le pedí que se hiciera a un lado mientras se la mamaba, para que yo pudiera ver ...
... a las otras personas que disfrutaban igual que yo. Con un dedo les indiqué que se acercaran un poco más. Las mujeres hablaron con sus maridos y rieron. Poco después, dos parejas se aproximaron unos metros más, de tal forma que ahora las podía ver con claridad. Una de ellas era de raza negra, pero muy atractiva, con tetas preciosas y un rostro muy bonito. La otra era rubia y pecosa, con pechos frondosos de los cuales manaban gotitas de leche. —¿Estas amamantando? —le pregunté mientras se ponía en cuatro frente a mí y su marido, detrás de ella, le rompía el coño. —Sí. Tengo un bebé de medio año. Por cierto, me llamo Mayra ¿tú? —Andrea, y ellos son mi papá y mi tío. —¿Incesto? Genial… ag… amor, no tan fuerte. La mujer de color no mencionó nada. Se colocó a mi lado. Su esposo habló con mi papá y le preguntó si le gustaría penetrar a su mujer. —Lo siento. Incestamos, somos nudistas, pero… sólo lo hacemos entre familia. Me sorprendí de que él dijera eso, pero también me agradó. Si iba a tener sexo con otra mujer más valía que fuera entre familia ¿verdad? El hombre dijo que no había problema y se dedicó a ensartar a su mujer, cuyas tetas se mecían al ritmo de las cogidas. —¿Y vienen aquí con toda la familia? —preguntó Mayra con naturalidad, como si su esposo no le estuviera rompiendo el culo. —Sí… ahg… —Ah, qué lindo… uhmm, ay, sí, amor sí… —Tú marido es muy guapo. —Y está bien armado. Uy… sí, dame por el culo, por el culo. Me reí y me la pasé charlando un poco más con Mayra, y era ...