Una tarde de calor con mi hermanita - Relatos Eróticos

Una tarde de calor con mi hermanita

... que estuviera quieta. Comenzó con dar pequeños besitos temerosos a la punta mi pene le pedí que abriera la boca más y así lo hizo, con un poco más de fuerza logre introducir la cabeza de mi pene en su boca, esa sensación era riquísima, su caliente y húmeda boca me estaba volviendo loco, ella me daba pequeñas lamidas a mi glande cual paleta dulce. Continúa así y no pares le dije. Ella seguía con los ojos cerrados y chupando la punta de mi pene y poco a poco le iba introduciendo mas a su boca. Solo le cupo la mitad pero con eso para mí ya era la gloria sentir su saliva chorreando mi pene, su caliente lengua y sus dientes que me raspaban de vez en cuando, era su primera vez chupando un pene y nada más ni nada menos que a su propio ¡hermano mayor! Yo solo gemía. Mmmmmm sii que rico Ooooh sii hermanita Sigue asi despacito, sii que rico Así estuvo unos 2 minutos, y seré honesto con ustedes, no pude aguantar más la excitación ya comenzaba a sentir como el semen brotaba de mi pene, rápidamente se la saque de la boca y descargué toda mi caliente leche sobre su cara y un poco en su boca, ella al sentir ese líquido blanco viscoso se atragantó un poco y lo escupió inmediatamente. Ale: Que asco te hiciste pipi en mi boca!! (me dijo asustada) Yo: No Ale, eso que acaba de salirme se le llama ...

... semen o también lechita , no es nada malo, eso pasa cuando a un hombre le besan ahí abajo como me lo hiciste y le gusta mucho. Ale: Entonces quiere decir que si te gusto? Yo: Si me encanto por eso me salió lechita Ale: Está bien, pero ya vamos a secarnos y vestirnos que ya se hace tarde y mamá nos está esperando en la casa. Yo: ok ya vámonos Salimos de cuarto satisfechos y fuimos a casa de mi tía, le prestamos unas toallas para secarnos, metimos la ropa mojada a la secadora, y una vez medio seca nos cambiamos ya para poder irnos y que nadie se diera cuenta de nada, mi tía sabía que estábamos mojados ya que lavamos su piso, pero mis papás no así que debíamos de llegar secos. Nos despedimos y antes de que partiéramos ella nos habló y nos dio 50 pesos a cada uno, contentos y felices de haber estado juntos una vez más pasamos a la tienda por uno helado y nos fuimos tranquilamente a casa como un par de hermanos totalmente normales…… Espero les haya gustado esta tercera experiencia amigos, como siempre estoy abierto a opiniones, comentarios, consejos lo que ustedes gusten, nuevamente agradezco el apoyo de cada uno de los que leen ya que jamás había escrito mis experiencias , todo eso que paso pensaba llevármelo como recuerdo, pero me siento contento de compartirlo con ustedes Gracias!