Sexo oral en el coche
Fecha: 05/10/2020,
Categorías:
Sexo oral
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Este es un relato acerca de una mis fantasías más recurrentes. Pienso que la vida del taxista en Venezuela está llena de aventurillas casuales que ponen a uno a envidiar un poco la facilidad con que estos profesionales del volante consiguen encuentros sexuales, sobretodo de masturbación y sexo oral...
Soy un taxista con un lindo vehículo blanco. Salgo un lunes a primera hora de la mañana a trabajar buscando en la calle algún pasajero para llevarlo a su destino. Llevo largo rato en la vía y a 20 metros de mí, en una esquina, sola, está una linda chica de piel canela, con minifalda a medio muslo, unas sandalias romanas y el cabello rizado recogido.... toda una diosa morena. Lleva un portafolio a mano, como si fuera a estudiar o a trabajar, tendrá unos 20 o 21 años.
La chica saca la mano en señal de que ve necesita un taxi y yo me estaciono frente a ella. Si de lejos se veía bien, frente a mí parecía una reina de belleza...entonces, bajo el vidrio del pasajero para preguntarle a donde iba y lo primero que noto es el brillo de sus muslos frente a mis ojos. Ella se agacha un poco y noto parcialmente la redondez perfecta de sus senos; en ese momento siento que mis pupilas se dilatan al ver esa maravilla y con voz tímida la nena me dice: "¿Señor, cuanto me cobra por llevarme al aeropuerto nacional?"; allí le digo el costo del servicio y la chica hace un gesto de estar conforme y abre la puerta delantera del pasajero, cosa que me pareció extraño porque aquí en mi país las ...
... mujeres acostumbran a sentarse en la parte trasera de los taxis cuando van solas... pero no vacilé en dejarla allí sentadita junto a mí.
El aeropuerto quedaba a unos 40 Kms. de distancia por lo que sería mucho el rato que esa diosa estaría sentado junto a mí. Ella saca de su portafolio un labial brillante y procede a retocarse la boca haciendo uso del espejo que está sobre la pestaña del parabrisas. Yo seguía conduciendo pero de vez en cuando echaba un ojo a las piernas de esa belleza, y fue allí cuando empecé a morbosear mentalmente a mi pasajera. Sentía que sus piernas me llamaban al ruedo, que pedían ser tocadas y veía por la forma de su cintura y sus caderas, que tendría una vulva pequeñita y una vagina bien estrecha, que es lo que más me gusta de una chica.
En ese momento empiezo a sentir en mi pantalón de poliester negro una molestia y noto que tengo una copiosa erección hacia el lado izquierdo de mi cuerpo. Se notaba ya algo y era ciertamente difícil de disimular....y fue allí que comencé a mover las piernas un poco para ver si bajaba la erección puesto que pasaría un muy mal rato si mi pasajera se daba cuenta de mi situación.
Mientras me acomodaba mejor el pantalón para bajar mis 15 cms. de maciza dureza, la chica baja la mirada hacia mi entrepierna y creo que por la sonrisa que emitió, que se dió cuenta de mi "empalme". En ese momento me asusté tanto que a los pocos segundos mi pene volvió a caer a su estado de reposo pero sentía algo de incomodidad e imaginé que ...