1. Una Tia que entrega todo...


    Fecha: 08/10/2020, Categorías: Incesto Autor: xavi33, Fuente: SexoSinTabues

    Juan tiene 18 años, es introvertido, tímido y virgen. Cuando tenía 12 años, falleció su padre y quedo solo con su madre, una mujer muy abocada a su religión, que siempre influyo en la vida de él, impidiéndole ir a fiestas con amigos de su edad y llevándolo a las reuniones de su iglesia. Juan solo tuvo una novia, compañera de la iglesia y con quien nunca pasaron más allá de besos y caricias inocentes. Es un chico muy atractivo, deportista, con ojos claros y cabello rubio, y generaba atracción en sus compañeras de curso, pero su inocencia y timidez lo mantenían recluido. A finales del penúltimo año de secundaria y a escondidas de su madre salió con una compañera de curso durante un tiempito y una tarde que estudiaban en casa de ella, se pusieron muy calientes y comenzaron a manosearse, y Juan tuvo una polución, lo que hizo que su pantalón se manchara. La chica, avergonzada o desilusionada, ya no quiso salir más con él y conto a todos lo que había sucedido, por lo que su último año de secundaria fue un calvario. En su primer año de la universidad Juan pudo olvidar casi todo, pero sus hormonas y su necesidad se volvían una carga, se desesperaba, se masturbaba todos los días, buscaba porno en su PC e incluso había comenzado a espiar a su madre cuando esta se bañaba. Colocaba una silla frente a la puerta del baño que tenía un tragaluz semi abierto. La madre no era para nada atractiva, pero el morbo en Juan lo incentivaba a espiar, a ver un cuerpo de mujer en vivo. Llegando el ...
    ... final del año, fallece la abuela paterna de Juan, lo cual hace la inevitable visita de su tía Mirna, con quien él siempre había mantenido una relación de amor fraternal, aunque hacía seis años que no la veía. Mirna tenía un atractivo visible, sus 46 años se notaban, pero su sensualidad no la abandonaba. Siempre trato a Juan con mucho amor, siendo este su único sobrino. Lo mimaba, lo llenaba de besos y caricias, incluso dormía con el cuándo lo cuidaba. Mirna se alejó de su familia por su matrimonio con un hombre alcohólico y se mudó a otra provincia, muy de vez ella llamaba a la madre de Juan para ver como andaban y tal vez hablaban unos segundos. Incluso paso mucho tiempo para que supieran que Mirna había enviudado. Cuando en el funeral se encontraron, ella no dudo un segundo en abrazarlo, besarlo en ambas mejillas y decirle lo grande y bello que él estaba. Juan, no estaba acostumbrado a tanta expresión corporal y su cuerpo se mostraba confuso ante el cariño que Mirna le expresaba. No se separaron en ningún momento, ella lo tenía abrazado o de la mano le pedía que no la dejara sola, ya que se sentía muy cuestionada por su familia. Durante la noche, en un sillón de la casa fúnebre y entre algunas lágrimas y conversaciones bajas, Juan comenzó a sentirse cansado y los ojos se le cerraban, Mirna se dio cuenta y tomándolo de la cabeza hizo que se reposara en su pecho, diciéndole que duerma tranquilo… Y en forma de secreto le conto que cuando él era muy pequeño y ella lo cuidaba, había ...
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