-
Tengo una madre ardiente
Fecha: 08/10/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... verga adentro ella decía que rico que rico tienes una verga divina, fui dosificando mis bombeos para no venirme rápido logrando con ello que mi madre tuviera por lo menos otros tres orgasmos Lleno de lujuria quise comprobar si podía meterle la verga por el culo y me sorprendió que ella aceptara más aun se coloco en cuatro y separando las nalgas con sus manos me dice, anda cariño mete toda tu verga por mi culo virgen por ahí nunca la metió tu difunto padre, como lubricante use una de sus cremas y aunque mi verga estaba bien dura no podía meterla pero una vez que la cabeza entro en resto ya se deslizo con más facilidad y mi madre me pidió que la metiera despacio diciendo, cariño, cariño dale lento siento tu verga más grande y más dura pero la quiero toda adentro y aunque grite no la saques y con lentos bombeos se la fui clavando mientras ella repetía ay cariño, ay cariño que vergota tienes me duele un poco pero siento que me voy al cielo, me estoy viniendo, me estoy viniendo, cariño mío me estoy vaciando y en efecto mi madre se estaba vaciando lo comprobé al mirar las mantas de la cama saturadas con sus fluidos Ya solo me faltaba saber si ella era capaz de tragarse mi leche así que la lleve a tomar una ducha y sabiendo que esta vez tardaría en venirme primero le metí la verga en diferentes posturas y cuando sentí que estaba a punto de venirme se la saque y la coloque entre sus labios y ella entendió mi intención y abrió la boca dejando que depositara toda mi leche dentro de ella, se trago hasta las gotas que salieron de ella Cariño esta noche convertiste a tu madre en toda una puta, nadie me había metido la verga por el culo cosa que disfrute al máximo tuve los mejores orgasmos de mi vida pero lo que me mantiene aun prendida fue el tragarme tu leche siento que quiero mas y mas verga la misma que le di toda la noche hasta que nos venció el agotamiento No existe noche en que mi amada madre y yo no cojamos por lo menos tres veces antes de dormir